MÚSICA – BARCELONA – CRÓNICA
Hace poco que Camilo visitó Barcelona, cierto. El problema es que por culpa de las restricciones redujeron el aforo y mucha gente se quedó sin entrada. Por ello, quiso agradecer la confianza a sus fans y les dio la oportunidad de disfrutar de un nuevo directo, nada más y nada menos que el fin de gira por España de Mis Manos Tour. El 27 de septiembre actuó en el Palau Sant Jordi, y miles de personas se rindieron ante el pop latino del colombiano, quien dedicó en todo momento palabras cariñosas hacia la ciudad. Muchos empatizan con su melódica voz y su característico bigote, porque en plena época de “perreo”, atreverse a cantar sobre amor verdadero y conseguir despuntar a nivel mundial no es fácil.
La fuerte ovación al apagarse las luces, unos golpes de percusión y un rasgueo de ukelele dieron un cálido recibimiento al cantante, que se subió al escenario descalzo y vestido con un mono de trabajo. Desde el principio quiso apostar fuerte con Favorito, uno de los éxitos del que es su primer álbum de estudio: ‘Mis Manos’.
La escenografía estaba presidida por dos tubos luminosos en forma de tienda tipi. Detrás tenían lugar varias proyecciones de video en homenaje a su legión de fans. De hecho, la entrega de su querida “tribu” era constante, y la emoción de Camilo se veía en el brillo de sus ojos y en sus gestos de agradecimiento.
El repertorio continuó con Tutu, y desde ese preciso instante el público ya no paró de cantar, corear, aplaudir y bailar ni un segundo. Un público, por cierto, que abarca todas las edades. “Muchas gracias por estar hoy conmigo respirando El mismo aire”, confesaba antes de proseguir con este tema, originalmente compuesto e interpretado junto a Pablo Alborán. Tenía que probar con un poquito de melancolía al ritmo de baladas como Manos de Tijera o La difícil, pero poco tardó en volver a caldear el ambiente con Mareado.
Uno de los momentos más emotivos llegó con el invitado. Camilo y Ricardo Montaner (su suegro) cantaron a dúo Bésame. Aunque para momento romántico el que el protagonista de la velada nos ofreció cantando Machu Picchu y Por primera vez con su esposa Evaluna Montaner, una popular actriz y cantante venezolana. La química y la pasión entre ellos es más que evidente, y así lo aseguraba el artista colombiano: «Ella es la causa de todas mis canciones» .
Esos tonos mexicanos de Tuyo y mío dejaron paso a Despeinada, Tattooo, Ropa cara y Bebé con algún que otro cambio de guitarra. Se guardó Medialuna, Desconocidos, Kesi y Vida de rico para los bises, terminando la noche con alegría y energía por doquier. Un placer poder ver en directo en un concierto seguro a uno de los iconos actuales de la música latina.
Texto: Gemma Ribera
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