TEATRO – BARCELONA – CRÍTICA
¿Qué ocurre si tratamos en clave de humor el hecho de ser infiel o llevar una doble vida? En El joc de la veritat (El juego de la verdad) se cuestiona la fortaleza de las relaciones de pareja, teniendo en cuenta la influencia de los vínculos profesionales en el ámbito personal y otros asuntos. Dirigida por Miquel Murga, esta comedia teatral ha prorrogado funciones en Barcelona dado su éxito de público.
Es una comedia que habla sobre las mentiras que se dicen cuando uno está envuelto en relaciones paralelas. Los protagonistas son dos parejas casadas y en las que los maridos son íntimos amigos, aunque eso no impide que surjan enredos amorosos que pongan dichas relaciones del revés.
En un espacio pequeño como es la “Sala Gran” del Teatre Gaudí de Barcelona, han recreado cuatro estancias diferentes alrededor de las cuatro gradas que rodean el escenario. Los cuatro actores van conversando sin perder el ritmo, y entran, salen y se cambian constantemente de vestuario sin perder el tiempo.
El peso mayor recae en Octavi Pujades y Cristina Dilla, los dos actores más reconocidos. De todos modos, Miriam Tortosa y Roger Cantos también tienen el desparpajo necesario para afrontar la trama y desarrollan correctamente sus respectivos papeles.
En esta comedia teatral juegan con el espectador a través de los líos, ya que hasta el final no se sabe ciertamente quien está engañando a quien. No obstante, hay incógnitas que quedan en el aire y situaciones que se pasan por encima sin indagar. Algunas escenas son un tanto forzadas, por lo que los diálogos no provocan demasiada risa.
¿Por qué verla?
Para pasar un rato divertido y apoyar al teatro local. Han prorrogado funciones hasta el 30 de julio.
Valoración: ★★
Texto: Gemma Ribera
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