TEATRO – BARCELONA – CRÍTICA
Llega al Teatro Apolo de Barcelona una nueva temporada con El humor de mi vida, una obra autobiográfica con la que Paz Padilla rinde homenaje a su difunto marido. Lo hace a través del relato de su profunda historia de amor. Un viaje lleno de felicidad y de mucho humor en el que, desgraciadamente, la muerte también juega un papel crucial. Tanto en papel como en el escenario, demuestra que tiene clara la importancia de celebrar la vida agradeciendo cada instante.
Paz conoció a Antonio, el amor de su vida, a los catorce años. Compartió con él un largo recorrido lleno de risas, aventuras y complicidad, pero llegado el momento de su muerte, el 19 de julio de 2020, ella tuvo que aprender cómo afrontar su despedida en un corto periodo de tiempo. Este hecho ocurrió unos meses después de que perdiera a su madre, de modo que la forma en la que afrontarlo marcó su vida para siempre, sin saber que sería el origen del libro y de este espectáculo teatral cuyo libreto está escrito por la propia humorista junto a Paco Gómez Padilla y Pablo Barrera, director del montaje.
Durante casi dos horas, la actriz y presentadora deleita al público con una comedia dramática impregnada de música, humor negro y mucha emoción. Especialmente, cabe destacar la figura de Juan Fernández de Valderrama, uno de los componentes del grupo musical Materia Prima, quien hace un trabajo sensacional tocando la guitarra durante toda la función e interpretando algunos de los temas que han marcado la trayectoria de la propia Paz.
¿Por qué verlo?
Es un espectáculo elegante y sencillo al mismo tiempo, en el que la protagonista habla sin florituras ni tabúes de un tema delicado, pero que a todos nos cala hondo. Conocemos a la gaditana por ser una fantástica humorista, pero aquí demuestra sus dotes en el registro dramático, logrando conmover al público con una historia real. Tanto si te gusta ella como si no, pasarás un buen rato y te engancharás.
Valoración: ★★★
Texto: Gemma Ribera
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