MÚSICA – BARCELONA – CRÓNICA
Malú ha estado en el punto de mira por motivos no relacionados con su carrera musical, e incluso podríamos decir que la cantante huyó del foco mediático y los fans sufrieron altos y bajos durante una temporada. Ahora, libre y sin cadenas, celebra su 25 aniversario en la música con un disco de duetos y una gira llamada ‘A todo sí’ que el pasado 13 de febrero paró en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, a falta de una segunda fecha el día 19 del mismo, dentro del Festival Guitar BCN.
Así pues, regaló al público catalán más fiel un recital más o menos cronológico, que comenzó con Aprendiz, ese precioso regalo –valga la redundancia- que le hizo Alejandro Sanz en su momento. Tal como había anunciado a los medios durante la promoción de este tour, Malú da importancia crucial a la instrumentación y a su banda. En el escenario la acompañan nueve músicos, encargados de cambiar los ritmos de algunos temas y aportar dejes flamencos (con la guitarra de su hermano José de Lucía), aires rockeros (con la fuerza de Carlos Calzada), tintes de electrónica y hasta el compás latino con percusión incluida.
Tras Como una flor,Toda, y el primer medley de la noche formado por pedazos de A esto le llamas amor, Duele y Te conozco desde siempre, la gente cantó casi a gritos Diles, Si estoy loca y Enamorada, sencillos que se clavaron en el corazón de quienes la siguen desde los inicios.
A medida que la línea temporal discográfica iba avanzando, salió la Malú guerrera y “leona”. Vuelvo a verte, Todos los secretos, Oye, Deshazte de mi, Desaparecer, El Apagón, Ahora tú y A prueba de ti tampoco faltaron en el setlist. De hecho, es que no faltó ni una canción. “Esto va a ser un viaje emocional”, aseguró nada más saludar… ¡Y vaya si lo fue!
A la hora de subir la intensidad, sonaron Ángel caído, Deshielo, Invisible, Blanco y Negro, e incluso Que nadie y Devuélveme la vida, dos canciones en las que colabora y que roban el alma a cualquiera. La recta final, vestida de cuero y con un top de plumas, la fue trazando como un pájaro que quiere volar sin que nadie le rompa las alas. Por eso concluyó con Contradicción, Ausente -su single más reciente que es toda una declaración de intenciones- y otro medley a modo de recopilación.
Puede que sea un show demasiado arriesgado para un recinto como el Liceu, ya que encajaría mejor en algún estadio. Puede ser que a cierta gente del público le falte educación a la hora de chillar y gritar groserías en medio de las canciones. Puede que nos esperásemos otra cosa, pero lo que está claro es que a día de hoy Malú es otra mujer. Una mujer fuerte y libre, de eso no nos cabe duda.

Texto y fotos: Gemma Ribera
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