MÚSICA – BARCELONA – CRÓNICA
Conocido por su sensibilidad al piano, el músico y compositor Pablo López está de celebración: Este año es el décimo aniversario de su carrera musical con la banda que siempre le acompaña. Por esta razón, el artista vuelve a los escenarios esta primavera-verano 2024 con una gira íntima por los teatros más emblemáticos de España. En este tour repasa su extensa discografía y presenta en primicia fragmentos de canciones nuevas. Participante en Operación Triunfo el año 2008, Ganador del Premio Ondas en 2021, y ‘coach’ en La Voz desde hace ya unas temporadas, López tiene cada vez más público que adora su música, su manera de componer y de interpretar, y también su carisma.
Con un doblete lleno en el Palau de la Música Catalana de Barcelona (10 y 11 de abril) programado en el Suite Festival, y el público ansioso por ver en directo al artista, este apareció, la primera noche, tocando un piano en uno de los extremos del escenario. Su primer tema al teclado fue Ella. En el siguiente tema, Imagina tú, ya se incorporó al gran piano y salió su banda.
Tras El niño saludó con un “Bona nit! ¡Buenas noches!” mientras el público le gritaba todo tipo de piropos. Se entiende que la gente quiera desahogarse y elogiar a su cantante favorito, pero no parar de gritar e interrumpir constantemente una actuación o un discurso es pasar de castaño oscuro… Incluso López se lo tomaba a risa. Ante todo, respeto.
Siendo sincero como es él, no pudo esconderse y confesó que se subía al escenario habiendo tenido fiebre horas antes y con pocas fuerzas, pero con tantas ganas de actuar en ese recinto histórico, junto a sus músicos y ante sus fieles seguidores, que lo quería dar absolutamente todo. “Vamos a tocar bajito, a cantar flojito”, decía en tono irónico antes de entonar Suplicando, un tema que puso a bailar en sus butacas al público.
“Estar aquí ahora mismo en estas condiciones justifica que llevemos 10 años en el pecho y en la espalda. Hace 10 años comencé un concierto en la sala City Hall y éramos menos, pero la actitud y las ganas siguen intactas como el primer día. […] Qué bonito es tener ganas para todo. Hoy quiero homenajear a las ganas”, anunciaba antes de interpretar El incendio.
Y subrayó: “La canción con la que abrí ese mágico concierto es Lluvia en el cristal, y la voy a tocar ahora para dedicarla a la gente que estuvo allí, a la que está hoy y a la que estará siempre”. Con estas palabras se ganó un fuerte aplauso, que se alargó porque justo llegó el turno de El Patio, Vi y Ven.

En acústico, al pie del escenario, con la guitarra y rodeado de sus músicos, sonaron Mama no y Te espero aquí. “Para mí todos los días están colgando de un abrazo. Me gusta la cercanía y lo bonito que se puede robar. Es un orgullo tenerlos a mi lado”, decía para presentar a Santi González (guitarra), Micky Martinez (batería), Matías Esien (Bajo), Jéssica Estévez y Santi Novoa (trompeta, coros y percusión).
Tres de sus hits fueron seguidos: Tu enermigo, El mundo y El abrazo más grande de todos los tiempos. Claro que el público acabó en pie. Y todos cantaron junto al intérprete malagueño El mejor momento, Quasi, Abril sin anestesia y La niña de la linterna, con todos los móviles iluminando. “¡Mirad este techo chavales! ¡Es precioso tocar aquí!”, reía López junto a sus compañeros.
López reiteró en más de una ocasión que parte de los asistentes le “ven el cogote” según la situación del piano en el escenario, y dijo que les quería compensar. Por ello el bis de este concierto fue único, cantando desde uno de los palcos laterales, a cappella, Lo saben mis zapatos. Bajó a despedirse con Mira cómo bailan, su último single. Menuda noche nos regalaste pese a no estar en plenas facultades, querido Pablo.
Texto: Gemma Ribera
Fotos: Patricia Vergara
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