REVIEW #TEATRO: ‘Jauría’, la obra documental sobre el caso de La Manada

Jauría es una obra teatral de Miguel del Arco a partir del texto de Jordi Casanovas que lleva al escenario la violación grupal de La Manada, que ocurrió en julio del 2016 durante los San Fermines en Pamplona. Se trata de una reconstrucción creada a partir de las transcripciones del juicio, con algún que otro cambio, pero con un cero por ciento de ficción. Esta pieza, que viene emocionando al público de toda España desde hace más de cinco años, se representa en el Teatre Romea de Barcelona hasta el 5 de mayo.

Llevan un mes y medio de gira por Catalunya con un nuevo reparto de edad similar a la de los implicados, y ahora Ángela Cervantes, Quim Àvila, Artur Busquets, Francesc Cuéllar, David Menéndez y Carlos Cuevas llevan esta obra de teatro documental a la Ciudad Condal, con un montaje que, más allá de relatar los hechos, habla sobre la humanidad y la condición masculina.

Puede que en su estreno desencadenara cierta controversia al no haber consultado a la víctima ni haber contactado con ninguno de los chavales, pero el paso del tiempo los ha liberado de la tensión y de la presión social, y representarla “en frío” o “desde la distancia” hace que las cosas se vean de otra forma actualmente.

En esta versión se incluyen voces en off en catalán (el resto del espectáculo es en castellano) y, a diferencia de lo que podría esperarse, no recae en enfatizar el morbo de la agresión, sino que Casanovas prioriza todo lo que rodeó aquel caso, sobre todo a nivel emocional. Las declaraciones en el juicio se alternan con los hechos que acontecieron el 6 de julio de 2016; y por eso los actores juegan un doble papel.

Ellos cambian de registro y consiguen una total credibilidad en ambos casos (con previas clases con un coach andaluz), y ella transmite esa sensación de asfixia de principio a fin, hasta conseguir sentirse algo más libre años más tarde. La puesta en escena es sencilla pero más que suficiente. La recreación del cubículo donde ocurrió la agresión y una habitación abierta al público nos transportan a cada una de las fechas señaladas. Blanco, negro y rojo. Son tres colores que lo dicen todo.

El texto es duro, pero uno ya sabe qué va a ver cuándo elige Jauría. Es imposible no empatizar en esta historia, porque tanto la angustia de la joven como la actitud machista de La Manada están muy conseguidas.  Los seis actores se dejan la piel para dar voz a un caso que marcó un antes y un después en los procesos judiciales de violencia contra la mujer. Eso sí, aun nos queda mucho por hacer al respecto.

Valoración: ★★★★★

Información y entradas

Texto: Gemma Ribera

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