CINE – NACIONAL – CRÍTICA
Dani de la Orden dirige ‘Casa en flames’, una película intimista que habla de todo lo que se calla, aquello que no decimos y nos guardamos, sacando a relucir la parte más egoísta que tenemos todos con la gente a la que más queremos.
Montse es una mujer divorciada que se ha propuesto reunir a la familia en su casa de Cadaqués, pese a que todos parecen haber rehecho sus vidas por separado. La matriarca está dispuesta a pagar cualquier precio con tal de ver a sus seres queridos juntos en el chalet donde tantos veranos pasaron.
Precisamente, el desencadenante que les obliga a reunirse es la venta del chalet. El argumento nos transporta a ‘Libertad’ (2021), película de Clara Roquet, ya que también se centra en la psicología de una familia acomodada que pasa los veranos en la Costa Brava. La diferencia, según comentaba de la Orden a los medios en el BCN Film Fest 2024 es que él “quería intentar hacer una película sobre las dinámicas familiares más oscuras en un ambiente de pijolandia“.
Su coral reparto está formado por Emma Vilarasau, Enric Auquer, Maria Rodríguez Soto, Alberto San Juan, Clara Segura, Jose Pérez-Ocaña y Macarena García. Todos los intérpretes tienen un papel muy marcado, con un carácter determinado y alguna que otra verdad a medias. Cada uno destaca por igual. El guion es obra de Eduard Sola, quien ya trabajó con el director de ‘Barcelona, nit d’estiu’ y ‘Barcelona, nit d’hivern’.
Al un relato inicialmente dramático, envuelto por una puesta en escena romántica, donde cada elemento tiene un sentido propio, se le van añadiendo capas y giros cómicos sorprendentes, Imposible olvidar la escena de la discusión de pareja en el aeródromo de Empuriabrava, ni tampoco la sesión de terapia Gestalt que la familia lleva a cabo después de cenar en la terraza del rancho. Y es que, en los extendidos diálogos que se desarrollan en ambas escenas, el cineasta exculpa y justifica el egoísmo de los personajes, y los vuelve amigables por muy detestables que parezcan. Es ahí donde surge la magia y la complicidad con el espectador.
¿Por qué verla?
Es una película divertida a la par que trágica. Sencilla. Sin tabúes ni ataduras. Trata cuestiones como la infidelidad, la maternidad o los desencuentros, envolviéndolas en un sinfín de situaciones cotidianas con las que más de uno/a se puede sentir identificado/a. Si además Manel suena de fondo… tenemos la guinda del pastel. ‘Casa en Flames’ llegará a los cines el 28 de junio de 2024.
Valoración: ★★★★
Texto: Gemma Ribera
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