CRÓNICA: Take That brilla en el Alma Festival 17 años después de su última visita a Barcelona

Take That, una de las boy bands más famosas de la historia, volvieron a actuar en Barcelona 17 años después de su última visita. Lo hicieron el 13 de julio de 2024 en el marco del Alma Festival. Con Pale Moon como teloneros, la espera se hizo más corta.

Diez minutos tardó la banda británica protagonista en tomar el control del escenario principal. Sonaban los instrumentos, se encendieron las luces y el símbolo de los Take That brilló para todos. Unos acordes y la escalera central del escenario mostraron a Gary BarlowHoward Donald y Mark Owen conjuntados con unos trajes de piel entonando ‘Greatest Day’.

Los de Manchester, que ya no cuentan con Robbie Williams ni Jason Orange desde que abandonaron la formación definitivamente en 2014, siguen teniendo en el repertorio hits como ‘Back for good’, ‘Patience’, ‘Pray’, ‘Back for good’, ‘Hold up a light’y versiones del pasado como ‘How deep is your love’ de Bee Gees o ‘Relight my fire’ de Dan Hartman.

Los integrantes ya no son los adolescentes que adornaban las carpetas de los institutos en los años 90, pero interpretaron los éxitos con la misma actitud que cuando tenían veinte años. Excepcionalmente, incluyeron en el repertorio ‘Patience’ y ‘Shine’, temas incluidos en el álbum de su primer renacimiento, ‘Beautiful World’ (2006).

La gente esperaba ver a Gary al piano y no tardó mucho en demostrar sus dotes. La primera canción que tocó fue ‘Everything changes’, y lo hizo sobre el piano de cola negro. Por supuesto que hubo cambio de piano y llevaba otro vertical; tocando en uno u otro a su antojo. Otro de los momentos más emotivos fue cuando tocaron en directo ‘A million love songs’. El público enloqueció y la fiesta ya no paró. Fue sonar ‘I found heaven’ y ver al trío enfundado en sus míticas chaquetas de cuero y el griterío fanático estalló. Los agudos en las voces, las coreografías, la interacción con el público… ¡Todo estaba milimétricamente preparado para conmover!

¿Anécdotas? Sí. Mark mostró su gran sentido del humor, siempre haciendo bromas y siendo muy expresivo. De hecho, en una de las pausas. los chicos explicaron entre risas lo que le gusta a Mark comprar y probar cosas locales allá donde va. Fue ahí cuando el Sr. Owen apareció con una cesta de picnic de la que sacó una señera y bandera española, una botella de ratafía y unos carquinyolis. Lástima que una performance que debía ser graciosa no lo fue, porque la mayoría del público era británico o porque no fue de buen gusto, quién sabe.

Como no podía ser de otra forma, hubo bis. La canción que se guardaron para el final fue ‘Rule the world’. El público se puso a mover los brazos de lado a lado y disfrutó la última canción de una hora y media de concierto de los británicos como nunca.

Texto: Gemma Ribera

Fotos: Marta García

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