CINE – NACIONAL – ENTREVISTA
Marcel Barrena dirige ‘El 47‘, una película inspirada en la vida de Manuel Vital, un conductor de autobús que luchó incansablemente para que los servicios públicos llegaran a Torre Baró, un barrio de Barcelona que en el posfranquismo acogió a numerosos inmigrantes de Andalucía y Extremadura. Este barrio, que durante años fue una zona marginada y en su mayoría autoconstruida por sus propios habitantes, es el escenario de una historia real que refleja las tensiones de la posguerra, cuando la inmigración interna y la lucha por la dignidad moldearon las grandes ciudades. Entrevistamos al actor protagonista Eduard Fernández y a un secundario -pero no menos importante- Carlos Cuevas.
COMOexplicARTE: Lo primero es saber, Eduard, ¿Cómo te preparaste tu personaje?
Eduard Fernández: Hay dos partes. Una que es más de guion que corría a cargo de Marcel y compañía; y la otra es la interpretación. En mi caso miré muchos videos de Manolo, trabajé el acento con una coach y me preparé al máximo atento al nivel de dificultad que me pusieron. Cuando llegué al rodaje los vecinos me decían “¡Ay que ver cuántos castings habrán hecho que han encontrado al mejor!” y “¡Te pareces mucho a Manolo Vital!”. Supongo que eso fue la señal para entender que todo iba bien (ríe). De hecho, incluso algunos familiares de Manolo se emocionaron.
COMOexplicARTE: Carlos, en tu caso tu personaje es una representación de que, incluso en sociedades marcadas por el individualismo, siempre hay alguien dispuesto a luchar por el bien común. ¿Cómo lo trabajaste?
Carlos Cuevas: Me llamó Marcel para explicarme la película y me propuso interpretar a Pascual Maragall. Quería rendirle homenaje para remarcar que, aunque la gente se lo imaginase como alguien muy cosmopolita, él tenía ganas de hacer cosas y mover el mundo. Además, serviría como contrapunto al otro personaje político que interpreta David Verdaguer. Yo me sumé, lo tuve claro. Luego surgieron algunas dudas, pero yo sugerí llevar bigote y no imitar sus tics o su forma de hablar más reconocible, básicamente para no caricaturizarlo ni quitar protagonismo a la trama principal. Yo también miré muchos videos y traté de parecerme a él lo máximo posible. Sé que los familiares han visto la película y están contentos, así que poco más que decir.
Eduard Fernández: Carlos tuvo la voluntad de decir “Quiero estar ahí y formar parte de esto” a pesar de tratarse de un pequeño papel. A veces pasa que hay actores que se prestan, y yo le estoy muy agradecido.
COMOexplicARTE: ‘El 47’ podría caer en una caricatura de forma fácil, pero se mantiene firme…
Carlos Cuevas: Para mí hay algo que ha sido clave para evitar caer en tópicos y absurdeces. Sin duda, trabajar con la gente de Torre Baró, con los vecinos. No hay opción de pasarse de la raya cuando te plantas delante de ellos y ves su emoción. Recuerdo perfectamente cuando rodamos la escena en la que llega Manolo con el autobús y hace su speech, ver a esa gente emocionada fue muy fuerte porque parecía real. Podemos tener una capacidad interpretativa tremenda, pero la experiencia no lo es todo para interpretar. Somos camaleones que nos adaptamos, y ellos nos han ayudado mucho a dar veracidad a la historia.
Eduard Fernández: Confieso que en esta película he hecho algo que no solia hacer. Aquí no he sido tan fiel al texto. Tenía el argumento y las pautas a seguir, pero teniendo en mente esa escena del speech, recuerdo que me trabuqué, en otras escenas improvisé.. he podido actuar como si no fuera actor, y eso me ha permitido estar más cerca de los vecinos, coger aire y comportarme de una forma más natural.
COMOexplicARTE: Eduard, últimamente te hemos visto protagonizar varias historias basadas en hechos reales, y ahora también estás promocionando la película ‘Marco’. ¿Te resulta más fácil meterte en la piel de personajes reales que en los de ficción, o el proceso es igual de complejo en ambos casos?
Eduard Fernández: Podríamos decir que es lo mismo que estar en una relación. (ríe). Cuando estás en pareja a veces piensas que podrías estar solo, y al contrario. A mí me gusta hacer personajes reales, pero cuando ya llevo unos cuántos, también pienso que me gustaría interpretar alguno que me permita hacer lo que quiera. En todo caso, lo que hay que celebrar es tener trabajo y que el guion, el director, el resto del equipo y la historia me hagan disfrutar y aprender. Cuando llega una composición toca doble tarea: Interpretar y componer. Ahora, en las dos películas que presento, me ha pasado; hay que procurar que no te quite libertad a la hora de expresar y que tengas la misma verdad que tienes sin componer. Yo me lo paso muy bien en ambos casos.
COMOexplicARTE: ¿Creéis que actualmente se exige mucho y se reivindica poco?
Eduard Fernández: Uno acaba diciendo cosas que tu padre te decía, y esa frase podría ser perfectamente una lección de un padre. A mí el mío me repetía que tenía que ayudar a los demás, mantenerme firme en mis decisiones, y yo he tratado de pasarlo de padres a hijos, como suele hacerse. Aunque la película está ambientada en los años 60 y 70, se mantiene muy conectada con problemáticas actuales, como la inmigración, el acceso a la vivienda o los servicios públicos. Si sigue igual es porque tiene relación con el primer mundo, el capitalismo o el individualismo. Hay que ir paso a paso y tener presente que todos, por nuestra cuenta, podemos hacer algo para cambiar el mundo.
Carlos Cuevas: Yo sí que creo en que hay gente que tiene ganas de hacer las cosas bien, que se organiza y no se queda en el sofá esperando. No creo que los políticos de antes fueran mejores que los de ahora sino que, como dice Manolo en la película “Aquí o se es falangista o no se es”, es decir, o tienes voluntad de cambiar el sistema o no la tienes. En una sociedad en la que cada vez miramos más el móvil y menos al cielo, es difícil no estar un poco loco (ríe).
Entrevista y fotos: Gemma Ribera
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