REVIEW #CINE: ‘Soy Nevenka’, biopic de Nevenka Fernández dirigido por Icíar Bollaín

En el año 2000, Nevenka Fernández, una joven de 24 años y concejala de Hacienda en el Ayuntamiento de Ponferrada, vivió una persecución tanto sentimental como profesional a manos del alcalde, un hombre acostumbrado a imponer su voluntad tanto en la política como en su vida personal. Aunque parece la trama de una película de ficción, esta historia fue real y marcó un precedente en España, anticipando el movimiento #MeToo mucho antes de que el término se popularizara. Ahora, la directora Icíar Bollaín la lleva al cine con Soy Nevenka, una película que, a la vez que conmueve, lanza un potente mensaje reivindicativo.

Bollaín, reconocida por su exitosa película Maixabel (ganadora de tres premios Goya y el drama español más visto en 2021), se inspira en este caso real que resultó en la primera condena en España a un político por acoso sexual. La película se basa en el libro Hay algo que no es como me dicen de Juan José Millás, publicado tras la resolución del juicio.

Soy Nevenka está protagonizada por Mireia Oriol en el papel principal y Urko Olazabal, acompañados por un elenco de talento como Ricardo Gómez, Carlos Serrano, Lucía Veiga y otros. La película se enfoca en el dolor y la lucha de Nevenka, utilizando una narrativa íntima y directa. No recurre a demasiados artificios visuales, sino que deja que el rostro de esta mujer gallega y su historia hablen por sí mismos, apoyada por una cámara que capta de forma transparente la crudeza de su experiencia.

El sufrimiento de Nevenka no terminó con la denuncia contra su acosador; en realidad, la situación se agravó cuando fue sometida a un segundo acoso, esta vez por parte de los medios de comunicación y la sociedad. Su comportamiento previo a las agresiones fue examinado con lupa, y su testimonio, una y otra vez cuestionado. Muchos la acusaron de buscar fama o de querer avanzar rápidamente en su carrera política, lo que la llevó al ostracismo y, finalmente, a exiliarse de España al no poder encontrar trabajo.

La película establece un potente paralelismo entre las imágenes reales y las escenas ficcionadas, ofreciendo un espejo de la realidad. Es impactante ver cómo, hace dos décadas, muchas conductas que hoy resultan escandalosas estaban normalizadas. Aunque hemos avanzado como sociedad, el film también nos recuerda que aún queda un largo camino por recorrer, ya que conductas similares persisten, tanto en figuras públicas como en personas comunes, atrapadas en prejuicios y corazones cerrados.

A través de diversas escenas, Soy Nevenka nos muestra de manera explícita que la violencia no siempre se manifiesta en la oscuridad o en secreto. A veces, se oculta detrás de una sonrisa afable o de modales aparentemente amables. Vemos cómo Ismael Álvarez, el alcalde, hostiga a Nevenka de forma sutil, con halagos insistentes, invitaciones a viajar o propuestas aparentemente inocentes como tomar un café a solas.

La película también expone la relación entre el poder económico, político y patriarcal. Así mismo, toca temas como el consentimiento, el placer y el acoso, aunque en su afán por alcanzar un clímax dramático, puede que descuide un poco el desarrollo visual y pierda algo de intensidad a medida que avanza.

Es casi imposible no sentir empatía por Nevenka ante el acoso que sufre. Aunque aún hoy en día se escuchan frases como «A mí no me acosan si yo no quiero», la realidad es mucho más compleja y profunda. Soy Nevenka se estrena en cines el 27 de septiembre, tras su presentación en la 72ª edición del Festival de San Sebastián, como parte de la programación original de Movistar Plus+. Tanto si ya viste el documental de Netflix titulado Nevenka como si no, toma nota.

Valoración: ★★★

Texto: Gemma Ribera

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Aquí el tráiler:

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