MUSICA – BARCELONA – CRÓNICA
El Palau Sant Jordi fue testigo de una noche que combinó la energía desbordante del reggaetón con momentos de vulnerabilidad inesperada. Maluma empezó la gira europea ‘+PRETTY +DIRTY’ en Barcelona el pasado 15 de marzo con un show que encendió a miles de fanáticos. Juan Luis demostró, una vez más, por qué es uno de los nombres más importantes de la música urbana.
Desde el primer minuto, el colombiano marcó el ritmo del concierto con una explosión de nostalgia, arrancando con temas como ‘Borro Cassette’, ‘El Perdedor’ y ‘Carnaval’, transportando al público a sus inicios musicales. Vestido con un imponente traje gris y un abrigo de piel, el artista convirtió el escenario en una pasarela de éxitos, donde el romance de ‘Marinero’ dio paso a la energía de ‘Vente pa’ca’ y ‘Chantaje’.
Pero más allá del espectáculo visual y la impecable producción, Maluma mostró una faceta más íntima. En un momento inesperado, el escenario se fundió a negro y, al volver a la luz, el cantante apareció en silencio, visiblemente conmovido. Entre lágrimas, confesó estar atravesando un periodo de gran vulnerabilidad, pero también destacó cómo estas emociones lo fortalecen: “Hoy no les habla Maluma, les habla Juan Luis”, dijo con voz entrecortada.
El momento se volvió aún más personal cuando interpretó ‘ADMV’, dedicando la canción a su pareja Susana y a su hija París, mientras en la pantalla se proyectaban imágenes familiares. Sin embargo, la melancolía dio rápidamente paso a la fiesta, y el Palau volvió a vibrar con ‘Parce’, ‘Madrid’ y el himno ‘Hawai’.
En la recta final del concierto, el colombiano sorprendió al aparecer con la segunda equipación del F.C. Barcelona, consolidando su vínculo con la ciudad. Sentado en una silla junto a un guitarrista, interpretó ‘Sobrio’ con una rosa en la mano, dejando claro que, aunque la fiesta era el alma del concierto, también había espacio para la emoción y la cercanía con sus seguidores.
El broche de oro llegó con ‘Según quién’ y ‘COCO LOCO’, cerrando una noche que no solo fue un derroche de reggaetón, sino también una muestra de autenticidad y conexión con el público. Con la gira arrancada, Maluma continúa su recorrido por Europa con paradas en Londres, París y Múnich, antes de aterrizar en Madrid, donde ya ha agotado dos fechas. Si Barcelona fue un reflejo de lo que está por venir, sus seguidores pueden esperar una gira inolvidable.
Texto: Gemma Ribera
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