CINE – NACIONAL – ENTREVISTA
Con motivo de la presentación de la película Cuatro paredes en el 9º BCN Film Festival, hablamos con su director, Ibon Comenzana, y la actriz Manuela Vellés sobre esta emotiva historia que retrata la fragilidad de la vida y la fuerza de los vínculos familiares. Ambientada en una realidad marcada por la pérdida y la precariedad, la película nos invita a seguir los pasos de Sofía y su madre Juana en su lucha diaria por mantener la esperanza. En esta entrevista, Comenzana y Vellés nos desvelan las claves emocionales y creativas detrás de un proyecto tan honesto como conmovedor.
COMOexplicARTE: La película aborda una caída progresiva en la pobreza extrema dentro de un contexto aparentemente cotidiano. ¿Qué te motivó, Ibon, a contar esta historia y cómo fue trabajar con Save the Children para plasmar esta realidad?
Ibon Comenzana: Pues fue un proceso muy interesante y a la vez aprendimos mucho. Todo surgió de una idea de querer hacer una película sobre la pobreza porque con la productora queríamos hacer películas sobre problemáticas sociales. Hablando con el equipo de Save The Children, nos comentaron que lo que más les ayudaría en todos los proyectos que tenían actualmente en España era hablar sobre este tema. Ellos mismos nos plantearon la idea de crear una historia sobre una familia blanca, de clase media, para reflejar cómo en un año podrían pasar a la pobreza extrema. Nos brindaron la oportunidad de conocimos a muchas madres de barrios marginales que nos explicaron sus historias al detalle, y pudimos compartirlas con ellas. Tan solo nos quedaba decidir quién era la familia, qué le pasaba para sufrir esa situación, etc; y de ahí fuimos creando el guion con Alfred Pérez, Roger Danès y con Manuela Vellés, quien nos ayudó a darle el enfoque más femenino. Realmente éramos demasiados hombres aportando un punto de vista más masculino en la ecuación.
COMOexplicARTE: La película habla de una pobreza silenciosa, invisible a los ojos del entorno. ¿Qué papel crees que puede jugar el cine en visibilizar esta realidad social tan cercana como ignorada?
Ibon Comenzana: Está muy ignorada también porque parte del proceso que aprendimos es que hay muchas familias que están sufriendo la pobreza pero que lo esconden. Nadie quiere demostrar su vulnerabilidad. Parte del proceso de dar a conocer esta película y que la vea la gente también es para concienciar en la empatía de las familias que no lo están sufriendo, pero a la vez que le pueda servir a familias que sí lo están pasando mal y que lo ocultan. Es una herramienta para dar a entender que pidiendo ayuda pueden conseguir más cosas en vez de esconderlo, y que realmente hay ONGs como Save The Children u otras que están intentando colaborar, de modo que en la medida que sepan que existe les pueden ayudar. Si nadie lo dice es difícil, ¿no?
COMOexplicARTE: La película parece dialogar con el propio lenguaje teatral, no solo por el tema, sino por la puesta en escena. ¿Cómo influyó el teatro —o la idea de representación— en la construcción narrativa y estética del film?
Ibon Comenzana: El teatro ha servido desde dos puntos de vista. Por un lado, sirve como una vía de escape para la niña. El teatro le ayuda a huir de esa realidad que está sufriendo, y lo representamos como elemento creativo. La idea es enseñar cómo la cultura puede ayudar a que nos apartemos de nuestra realidad y puede ayudarnos en mantenernos en equilibrio. Por otro lado, el teatro también entra en la forma de rodar la película. Queríamos explicar un año de esa familia en momentos puntuales, sin que fuera necesario explicar todo lo que está pasando, sino conseguir entenderlo por el propio guion. Rodamos doce planos secuencia que no dejan de ser doce escenas de microteatro creadas en tiempos real. Nos pareció una fórmula interesante para hacer que fuera todo mucho más natural y real, y así vivirlo más desde dentro.
COMOexplicARTE: Manuela, tu interpretas a una madre que intenta mantener a flote su vida y la de su hija. ¿Cómo construiste ese vínculo maternofilial tan íntimo en un contexto de tanta precariedad?
Manuela Vellés: Trabajar con Sofía, las dos, mano a mano, y con Ibon en un entorno tan familiar ha hecho que al final haya un ambiente de trabajo muy agradable; de mucha concentración y de mucha entrega. A mí, Sofía me ha sorprendido cada día por su madurez y su profesionalidad. A ella desde luego la admiro como profesional. Es una niña, eso es cierto, entonces tenerla en esos estados tan críticos a veces del personaje, de vulnerabilidad y así, hizo que todos estuviéramos en el rodaje enternecidos y admirados.
COMOexplicARTE: Sofía Otero es una niña que hace un papel maravilloso. ¿Qué fue para ti lo más bonito o lo más difícil a la hora de trabajar con ella?
Manuela Vellés: Trabajar con Sofía, las dos, mano a mano, y con Ibon en un entorno tan familiar ha hecho que al final haya un ambiente de trabajo muy agradable; de mucha concentración y de mucha entrega. A mí, Sofía me ha sorprendido cada día por su madurez y su profesionalidad. A ella desde luego la admiro como profesional. Es una niña, eso es cierto, entonces tenerla en esos estados tan críticos a veces del personaje, de vulnerabilidad y así, hizo que todos estuviéramos en el rodaje enternecidos y admirados.
COMOexplicARTE: Hay un momento de la película en el que el «te quiero» se convierte en un refugio, una forma de resistencia. ¿Cómo vivisteis ese tipo de escenas tan cargadas emocionalmente?
Manuela Vellés: Cada vez que salía un “te quiero” era como el momento de abrazar y de sentir un instante de paz. Ten en cuenta que eran secuencias de 10 o 12 minutos en los que tenías que pasar por muchos estados físicos y mentales. Tenías que controlar en algunos momentos para medir cuánto sí y cuánto no hasta conseguir los matices de la emoción. Si hay algo que tenemos las actrices es que cuando nos miramos a los ojos y comprobamos que hemos conectado con algo verdadero… todo fluye. Para mí, mirar a Sofía a los ojos me daba tanta verdad y tanta cercanía que ya me transmitía la emoción madre-hija que buscábamos. A lo largo del rodaje me he creído mucho nuestro vínculo. Precisamente, se crea esa atmósfera entre cuatro paredes en la que hay muchísima intimidad, lo cual ayuda a llegar a unos estados muy favorables para la interpretación.
COMOexplicARTE: Hay una escena en la que el personaje de Roberto Álamo explica abiertamente al de Sofía Otero lo que significan las cuatro paredes, es decir, esa mezcla entre el encierro y la libertad. ¿Cómo surgió este momento clave de la película?
Ibon Comenzana: Sí, quisimos meter esa escena porque nos parecía muy interesante contar lo que significa esa “cuarta pared”, ya que, incluso estando encerrado dentro de tu casa, la cultura y la imaginación te pueden llevar a otros mundos, soltar el medio y salir de ahí, que a fin de cuentas es lo que está intentando hacer la niña protagonista.
COMOexplicARTE: ¿Cuál es el mensaje que queréis lanzar con esta película?
Ibon Comenzana: Esperamos sobre todo que emocione, porque emocionar es la base para que luego haya una reflexión o concienciación. Y más allá de eso, nuestro objetivo es que, con los datos que damos, haya gente que después de verla se fije más en si hay familias cerca suyo que igual necesitan ayuda. Y, de igual modo, que a las personas que lo están pasando mal económicamente o mentalmente, les ayude a lanzarse y a hablarlo más abiertamente, a pedir ayuda, a intentar tener una relación entre los padres y los hijos más sana, a evitar el bullying… En general, que sirva para ayudar en todos esos ámbitos.
Manuela Vellés: Se estrena en cines el 6 de junio. ¡Todos a apoyarla, por favor!
Entrevista: Gemma Ribera
© COMOexplicARTE
