CRÓNICA: Rag’n’Bone Man conquista el Poble Espanyol con su voz inolvidable

MÚSICA – BARCELONA – CRÓNICA

Hay voces que no necesitan presentación. Desde el primer verso, Rag’n’Bone Man dejó claro que había venido a emocionar. El artista británico volvió a Barcelona tras siete años de ausencia y lo hizo formando parte del cartel del Alma Occident Festival. con un directo íntimo, sin grandes alardes escénicos, pero cargado de verdad, carisma y una potencia vocal que fue la protagonista absoluta, sin necesidad de grandes efectos ni alardes escénicos, conectando desde el primer instante con un público que lo esperaba con cariño.

Desde el inicio, el cantante británico se mostró cercano y agradecido, confesando que tenía cierta inquietud por la acogida tras tanto tiempo sin venir, pero la cálida respuesta local disipó cualquier duda. Acompañado por una banda impecable y coristas que aportaron fuerza y textura, fue desgranando un repertorio equilibrado entre clásicos y temas recientes. El inicio ya marcó una clara dirección con Skin, Lovers in a Past Life y Hideaway.

Los visuales jugaron un papel inteligente y discreto, ayudando al público a cantar con letras proyectadas y divertidas animaciones del artista. Un gesto especial fue la bufanda y la bandera del Barça que dejaron en el escenario, mostrando su conexión con la ciudad y el cariño hacia sus seguidores.

What Do You Believe In? y Ghosts son dos temas que crearon una atmósfera de respeto y silencio atento, mientras que otros como All You Ever Wanted hicieron bailar a más de uno. La voz de Rag’n’Bone Man navegó con naturalidad entre graves vibrantes y agudos emocionantes, logrando un clima íntimo y potente a la vez.

El momento más esperado llegó con Human. La niebla roja, los primeros acordes, la voz sampleada… y un estallido de emoción. El público coreó cada palabra, en uno de esos instantes en que artista y audiencia respiran al unísono. Fue un clímax natural, sin estridencias, que reafirmó por qué esta canción se convirtió en un fenómeno global.

Tras una breve pausa, el escenario quedó vacío salvo por una bufanda del Barça y una bandera en honor a la ciudad. El regreso con Put a Little Hurt on Me y el cierre con Giant fueron tan poderosos como cálidos. En el último gesto de cercanía, Rag’n’Bone Man bajó del escenario para regalar su bufanda a un fan en primera fila, cerrando el concierto con una sonrisa y una foto con su equipo y el público de fondo.

Más que una actuación, lo suyo fue una lección de honestidad musical. En una industria cada vez más obsesionada con el show, él recordó que a veces solo hace falta una voz de verdad para llenar un escenario. Y anoche, en Barcelona, lo consiguió con creces.

Gemma Ribera

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