CINE – NACIONAL – CRÍTICA
La nueva película de Elena Trapé, ‘Els encantats’, se suma a la larga lista de películas dirigidas por mujeres que hablan del entorno rural y del retorno al pueblo para hacer las paces con el pasado, la familia y los orígenes. ‘Alcarràs’, ‘Cinco lobitos’, ‘La inocencia’, ‘El agua’ o ‘La maternal’ son ejemplos de ello, y desde este 2 de junio, tenemos una nueva apuesta cinematográfica sobre la nostalgia y esa sensación de no poder más con la vida.
Sin embargo, en esta entrega, la directora capta el planteamiento del cine rural femenino español desde una nueva perspectiva. La vida en el pueblo no es el paraíso aquí, sino un espacio melancólico donde la protagonista desarrolla una apatía vital. Irene (Laia Costa) es madre de una hija, está separada, ha hecho de su maternidad el centro del universo y parece que sin su niña no sabe hacer nada. Para Carla Simón, por ejemplo, lo rural es sinónimo de liberación, pero últimamente cada vez estamos viendo en ficción cómo en el fondo se entiende como una prisión. (Véase la premiada ‘20.000 especies de abejas’)
Antist, el pueblo de Irene situado en el Pirineo catalán, parece un lugar fantasma. Ella intenta hacer de esa masía un hogar, e incluso trae sus amores pasajeros y sus amistades infantiles para tratar de encontrar la calma y sentirse viva, pero no sirve de nada. Tiene miedo de su nueva vida y se aferra al ayer.
No explican nada del trauma de Irene más allá de lo que el espectador va intuyendo, pero es fácil detectar que no está tomando en ningún momento las decisiones correctas. Dentro del pueblo ella se siente segura, y el resto da igual. He aquí donde destaca el poder interpretativo de Laia Costa. Una vez más demostrando que se le da bien eso de desarrollar un personaje apático que finge estar bien continuamente. Apenas se fija uno/a en el resto del reparto porque ella se lleva todo el foco.
¿Por qué verla?
Parece que el pueblo trata de expulsar a todos los que no son de allí. Ni siquiera al paisaje le atrae la protagonista. Sin embargo, todo cobra sentido en la escena final, donde se construye toda la película. Cómo quien se juega todas las cartas en la última partida. No desesperes si se te hace lenta o indigerible, espera porque el final vale la pena, porque a veces cuando todo está oscuro, existe una grieta por donde entra la luz.
Valoración: ★★★★
Texto: Gemma Ribera
© COMOexplicARTE
Aquí el trailer
