ENTREVISTA #CINE: Carlota Pereda nos cuenta los misteriosos secretos de ‘La Ermita’

La Ermita es el segundo largometraje de Carlota Pereda. Un drama sobrenatural donde vemos a la pequeña Emma (Maia Zaitegi) queriendo aprender a comunicarse con el espíritu de una niña que hace siglos que está atrapada en la ermita de un pueblo vasco. Para ello, busca ayuda en una médium extraña (Belén Rueda). Ese es el único camino para seguir unida a su madre enferma cuando ella muera. Hemos podido entrevistar a la directora justo antes del estreno en cines el 17 de noviembre de 2023.

COMOexplicARTE: Antes de nada, quería felicitarte porque eres una de las pocas mujeres que arriesgan en el cine español de género. ¿Cómo estás viviendo esta transición de una película a otra ahora mismo?

Carlota Pereda: ¡Gracias! Pues estoy pasando por muchas emociones, la verdad. Siempre es arriesgado hacer una película. Tengo curiosidad por saber qué pasará, si encontrará su público ahora o lo encontrará más adelante. Yo creo que, al final, lo más importante es hacer cine y el hecho de poder sacar adelante una segunda película después de tan poco tiempo, es un orgullo.

C.E: ¿Cómo surgió La Ermita?

C.P: Realmente esta película llega a mí antes de hacer Cerdita, justo en medio de la pandemia, cuando estamos confinados. Laura Fernández Brites (producción) ve mis tres cortometrajes y decide ponerse en contacto conmigo. Desde Filmax estaban interesados en participar en Cerdita como distribuidores, pero justamente se paralizó en ese entonces. Laura me dijo que tenía un guion para mí y que quería que lo leyera. Cuando lo leí, me caló hondo a nivel personal, por lo que estábamos viviendo todos y también por mi experiencia vital. Cuando vi que era una película de cine fantástico dije “Vamos para allá”.

C.E: Inevitablemente, cuando la vi me recordó a El Cuco, la reciente película de género de Mar Tarragona, sobre todo por el simbolismo, la introducción de una leyenda y la relación maternofilial.

C.P: No la he visto todavía. Conozco a Mar, pero no la he podido ver porque la quería ir  al cine pero justo estaba fuera cuando se estrenó.

C.E: Tú haces referencia a Los hombres pájaro, entre otras cosas. ¿Qué supone para ti el uso de la simbología en la película?

C.P: A mí me da que tiene que ver con la construcción del relato y lo relacionado con las leyendas. Para mí nos enseñan a vivir. Básicamente, desde el inicio, el relato y la tradición oral de contar historias junto al fuego es una práctica que se hecho siempre para entretener y para enseñarnos a vivir. Y luego hay algo que tiene que ver con la creación de un mundo insólito. A partir de ahí es cuestión de cuadrarlo en una estética más o menos realista, pero desde la perspectiva fantástica. Me parecía muy interesante. De la mano de Alberto Valcárcel (vestuario) y de todo el equipo, incluir simbología ha resultado de las cosas más divertidas del proceso.

C.E: El rodaje se llevó a cabo en el País Vasco. ¿Hay alguna anécdota curiosa que nos puedas contar? ¿Pasó algo sobrenatural?

C.P: En los rodajes que tienen que ver con el cine fantástico siempre suceden cosas. Eso es así. Yo estoy convencida de que teníamos espíritus alrededor, tanto en los rodajes como en la producción posterior. Por ejemplo, cada vez que íbamos a la ermita, se nos borraban toda la información de los ordenadores y las tabletas. También puede ser que fuera por los programas y la conexión 3g, ya que cuando no tienes 3g, se puede estropear todo (ríe), pero es que se rompía siempre. Otra anécdota curiosa es que, cuando a la niña le daban miedo los hombres pájaro, lo que hacíamos era bailar canciones de Rosalía.

C.E: Belén Rueda es una actriz veterana en el género, pero en esta película también están fabulosas Loreto Mauleón y Laura Galán. ¿Qué han aportado cada una de ellas?

C.P: Principalmente su talento y su saber hacer, pero sobre todo eso, su talento. Es un gusto poderlas juntar a todas en una película como ésta.

C.E: ¿Y cómo disteis con la pequeña debutante Maia Zaitegi?

C.P: La chiquitina es el centro del corazón absoluto de la película. Maia también destaca mucho porque está muy bien arropada por las actrices que mencionabas, así como por Anastasia Russo, Elena Irureta y Jon Olivares. Eso es parte de su generosidad. Estuvimos haciendo casting durante mucho tiempo, hice pruebas a muchas niñas personalmente, pero siempre volvíamos a Maia. Quizá no era la que mejor se sabía el texto, igual era más tímida, pero tenía algo especial. Haciendo improvisaciones con ella, al final te das cuenta de que esa magia es algo que se tiene o no se tiene. Y merecia la pena, incluso cambiar la forma de rodar para poder aprovecharla.

C.E: Se dice que es una película de terror, pero hay muchas capas debajo. También habla de reconciliación, de amor, de la muerte… ¿Qué es lo que querías contar?

C.P: Para mí las películas tienen mucho que ver con las historias que hay detrás. Los cuentos clásicos de fantasmas siguen las cinco normas básicas que se establecieron en la literatura clásica de fantasmas, y nosotros las seguimos al pie de la letra. Por otra parte, también es una historia basada en recuperar el relato típico de las películas que teníamos en los años 80. Ese tipo de cine en el que no pensabas en género. ¡Sólo hace falta pensar en E.T! Curiosidad por saber la historia de este niño que se encontraba con un marciano. Pues nosotros dijimos, vamos a contar la historia de unos personajes que tienen unos problemas emocionales y los vamos a resolver en un marco fantástico. Eso es lo que me interesaba a mí. Explorar los conflictos y entender que las mochilas no te pueden arrastrar toda tu vida, y que muchas veces no entiendes a tus padres hasta que eres mayor.

C.E: El trasfondo de la película, precisamente, viene a enseñarnos cómo lidiar con toda la carga que llevamos los humanos a las espaldas. ¿Qué llevas tú en tu mochila y de qué te has desprendido?

C.P: ¿Yo? Pues ahora mismo estoy cansada (ríe). Y bueno, tengo una niña pequeña y estoy intentando compaginar la profesión con la maternidad, así que ya puedes imaginar qué llevo en la mochila y qué no (ríe).

C.E: Se categoriza la película como un ghost story tradicional, pero igual podría incluirse en la lista de películas de “terror reparador”, es decir, de las que sanan. ¿Estás de acuerdo?

C.P: Sí, teniendo en cuenta que surgió durante el COVID-19… A mí me parece que es una película que yo quería hacer para mí y, especialmente, para la gente que necesitaba sentirse arropada al ir a verla. Si Cerdita es una película que reta al público, La Ermita diría que es un abrazo.

C.E: ¡Esperamos la disfrute mucha gente!

C.P: ¡Así es!

Entrevista: Gemma Ribera

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