MÚSICA – BARCELONA – CRÓNICA
Fue en otoño de 2003 cuando Christina Aguilera pisó por última vez, un escenario en España. Este verano, casi 18 años después, anunciaron la vuelta de la artista norteamericana con un concierto único en uno de los festivales referentes del sur de Europa y el evento musical del año en la Costa Brava: el Cap Roig Festival, que este año celebra su 22ª edición. Tras una larga espera, la diva del pop presentó el 23 de julio el ‘EP’ editado íntegramente en castellano titulado La Fuerza.
Después de publicar contenido musical en enero, el 30 de mayo lanzó el ‘EP’ La Tormenta. Pero por si fuera poco, un día más tarde, sacó al mercado un nuevo disco, titulado Aguilera, que combina los temas de los dos sencillos.
El día llegó y, pese al precio de las entradas, el recinto se llenó con 2.400 personas que pudieron disfrutar de Xtina en el Jardín Botánico de Cap Roig de Calella de Palafrugell, dos días antes de su siguiente show en Festival Starlite Catalana Occidente de Marbella La estrella neoyorquina ofreció una escasa hora de concierto, motivo por el cual no faltaron quejas de los asistentes. Aun así, interpretó en directo canciones de toda su trayectoria, incluyendo estilos entre el pop y el dance y mezclando inglés y castellano.
A las 22:30h se presentó al escenario con unas gafas de sol y su larga melena rubio platino al viento. Comenzó fuerte cantando Dirrty. Desde el principio destacó la puesta en escena, formada por dos plataformas llenas luces donde se ubican la banda de música y los coros, imágenes y proyecciones en una única pantalla central y acompañada de un enérgico cuerpo de baile compuesto por seis bailarines.
El repertorio siguió al son de Can’t hold us down y Bionic, ambos temas con toques futuristas en la estética. Cada dos por tres la artista desaparecía del escenario unos instantes para ceder el protagonismo a los bailarines, los coristas y las proyecciones. Pequeños interludios entre canciones que la gente vivía dándolo todo igual que si ella estuviera.
De su último trabajo discográfico interpretó Ya llegué, Santo, Pa’ mis muchachas, Como yo y la recién estrenada Suéltame (ft. Tini) en el ecuador del espectáculo. Eso sí, la gente esperaba los clásicos para levantarse del asiento y bailar. Lo hicieron repetidamente a la llegada de Genie in a bottle, Feel this moment o Lady marmalade.
A lo largo del concierto se quitó las gafas y fue enseñando múltiples trajes y complementos (boina, capote, falda extraíble, etc). Poco interactuó con el público, pero cuando lo hizo fue para agradecer el cariño recibido en todos estos años y agradecer también la oportunidad de actuar en un sitio al lado del mar, donde trajo a su familia para disfrutar de la Costa Brava.
Algunos dicen que Christina Aguilera está acabada o pasada de moda. No obstante, ella sigue brillando con luz propia y demostrando que su vozarrón es de verdad. Nos hizo viajar a su pasado y a su época cinematográfica interpretando fragmentos de Ain’t no other man, Show me how you burlesque y Express.
Se guardó el momento acústico para el final con Say Something y Beautiful, y acabó con Fighter y Let there be love. A alguien de la talla de Aguilera no le hacen falta bises ni apenas despedidas. Basta con un mensaje como “Love yourself but, above all, love each other” para cerrar una noche de diez.
Texto: Gemma Ribera
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