MÚSICA – ESPAÑA – CRONICA
La productora catalana «Les nits de l’art» que lleva ya más de 10 años de experiencia en el sector de la música y los espectáculos, ha preparado para la primavera de 2015 una iniciativa llamada Les matinals («las mañaneras»), que consiste en un círculo de conciertos en la ciudad Condal durante varios fines de semana y en salas de conciertos habituales, que se celebran al mediodía en vez de por la noche. La finalidad de estas sesiones no es otra que permitir que todos los miembros de una familia puedan disfrutar de un concierto en directo, con buena música y buen ambiente.
Carmen Boza, cantautora gaditana con alma de poeta, se ha subido este sábado día 6 de junio a las 12 del mediodía al escenario de la sala Apolo 2 para presentar en Barcelona su nuevo disco La mansión de los espejos y junto a su inseparable guitarra y los músicos que la envolvían, se ha dejado la voz y el alma para el público presente.
Comenzando por los temas más nostálgicos, esos tan delicados donde cada palabra cobra sentido, ha ido deshaciéndose de todo lo malo hasta conseguir hacer flotar la mente y fluir el corazón, aumentando poco a poco el ritmo para concluir con sus canciones más rockeras. A parte de Nana noir, El ejército o Octubre, las más conocidas, nos ha deleitado también con Disparate, A la altura de tus ojos o De lirios y de éxtasis, coreadas por los asistentes, que no están en este disco pero son puro sentimiento.
Con la cabeza firme manifiesta en Mi Do Menor que «Nadie tiene el derecho a juzgarme ni tampoco el deber de salvarme», demostrando que es una chica luchadora que no va a parar de cantar, a la vez que afirma en El ejército que «Ha llegado ya el momento de encontrar en las espinas nuevas formas de placer», con lo que se puede comprobar que sus canciones, escritas a raíz de experiencias vividas, buenas y malas, están llenas de mensajes que pretende hacer llegar a todas las personas posibles.
Agradecida por la buena acogida de la gente pese a tener que madrugar y sobrellevar alguna posible resaca, Boza se ha mostrado simpática, risueña y muy, muy enérgica de principio a fin, aun estando confusa por la costumbre de tocar más tarde y pronunciar un «buenas noches» en lugar de «buenos días». Además, ha confesado que no visita Barcelona tanto como le gustaría, pero que espera regresar pronto. Ha sido una velada intima perfecta, un concierto diferente pero único.
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Texto y fotos: Gemma Ribera
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