REVIEW: «The Revenant» (El Renacido) con DiCaprio más vengador que nunca

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CINE – INTERNACIONAL – CRITICA

Alejandro González Iñárritu puede colocarse este año dentro del selecto grupo de cineastas que ganan el Premio Óscar a Mejor Dirección en años consecutivos ya que después de alzarse con la estatuilla por su trabajo en Birdman el año pasado, esta vez el director y productor de The Revenant (El Renacido) -que además ha escrito el guión junto con Mark L. Smith- ha logrado que la película tenga ni más ni menos que 12 nominaciones, entre las cuales, obviamente, está la opción de Mejor Director. The Revenant (El Renacido) resulta un film envolvente que narra una épica historia de supervivencia con la venganza como hilo principal, de tal forma que, con un extremo cuidado de cada plano, concede al espectador la oportunidad de vivir un viaje totalmente sensorial al lado del protagonista para que también viva en sus propia piel esa batalla entre lo carnal y lo espiritual.

Basada en la reciente novela de Michael Punkela cual está inspirada en un hecho histórico real-, esta obra se fundamenta en la dramática aventura que vive el personaje interpretado por Leonardo DiCaprio, Hugh Glass, un explorador que guía a un grupo de tramperos dedicados a la caza de animales para la reventa de pieles que por problemas personales se convierte en vengador, incorporando así una vertiente violenta a esta gélida y salvaje historia que sucede entre montañas en las profundidades de América.

Dejando de lado la escasez de la trama, The Revenant es un espectáculo visual. En ella se recurre a los impulsos más primitivos para mostrar la constante tensión y la crudeza de la violencia mientras, paralelamente, se va subiendo peldaño a peldaño la escalera de las emociones. El abundante uso de luz natural hace posible que haya unos contrastes ilustres, como por ejemplo el frío del blanco de la nieve y el azul del cielo en contraposición a los tonos cálidos de una hoguera o bien el rojo de la sangre como símbolo de ferocidad antepuesto al brillo que desprende la bondad del amor más puro. La fotografía de Emmanuel Lubezki es extraordinaria y permite que el espectador pueda contemplar el mundo con la misma reverencia con la que lo ve el protagonista, alguien que pese a perderlo todo y sentirse por momentos un ser diminuto en medio de la inmensidad del paisaje que le rodea, sabe encontrar rastros de belleza más allá del dolor.

Tom Hardy, que da vida a Fitzgerald, el antagonista de Hugh Glass, hace un gran papel igual que el resto del reparto -no menos importante- pero precisamente la interpretación que brilla por encima de las demás es la de DiCaprio, deviniendo uno de los puntos fuertes de la película, o mejor dicho, el mayor punto a favor. ¿Qué es lo que ocurre? pues que dado a que aquí no existe simplicidad sin un cálculo previo, por mucho que se intente decir lo contrario, la complejidad que posee el film durante la rápida «subida hacia la cima» en extremas condiciones a lo largo de poco más de una hora provoca que, a partir de entonces, la historia tambalee en busca de una estabilidad que lo único que hace es aflojar el ritmo y estirar demasiado su duración.

Entre suspiros, heridas, pisadas y penetrantes miradas, casi sin hablar, Hugh Glass da una admirable y envidiable masterclass de resistencia -ya es hora de que le entreguen el Óscar a Mejor Actor a DiCaprio…- pero lo cierto es que, tal como mucha gente opina, seguramente las tres horas de repetitivos planos de naturaleza, flechas, disparos y peleas, con el poco argumento que hay, podrían reducirse y el film funcionaria igual

The Revenant (El Renacido) comparte la filosofía de otras obras cinematográficas magistrales tales como Gravity (2013) de Alfonso Cuarón o The Horse Whisperer (1998) de Robert Redford. En el fondo es una alegoría a la igualdad de condiciones, una película que cuenta a gritos, detallando la técnica y la belleza de todos los elementos que van apareciendo, el instinto de superación de un ser humano que se atreve a vencer a la muerte, renovarse y por consiguiente renacer con más fuerza de voluntad que nunca, en su mayoría gracias a mantenerse fiel al recuerdo de sus seres queridos.

  • ¿Por qué verla?

Hay momentos en los que múltiples planos secuencia y algunos flashbacks delirantes, ambos impresionantes, transportan al entorno indígena tanto al protagonista como al espectador para que reflexione sobre las posibles soluciones a la situación que se presenta, y en cambio, hay otros instantes en los que los planos subjetivos de la cámara proporcionan una completa experiencia inmersiva, con el único fin de alejarse de la narración principal y centrarse en esos pequeños detalles que no se deben pasar por alto si se quiere disfrutar de una película como ésta en su totalidad. Es una especie de western de ambiente hostil que cumple esa cita budista de que  «El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.»

Valoración: ✮✮

Texto: Gemma Ribera
© COMOexplicARTE

Aquí el trailer:

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