MÚSICA – ESPAÑA – CRÓNICA
Bebe es una cantautora y actriz española nacida en Valencia pero que con tan solo un año se mudó a Extremadura con su familia. A sus casi 38 años de edad, lleva más de 10 años de carrera musical. Todo comenzó en 2004 con su primer disco Pafuera telarañas que le trajo la fama internacional con sus reivindicativos singles. Mucho ha llovido desde entonces y ahora está de gira por toda España y otros países de Europa y Latinoamérica presentando su reciente disco Cambio de piel, cuyo titulo refleja ese cambio físico y emocional que ha tenido la cantante a lo largo de su trayectoria. El Teatre-Auditori de Sant Cugat fue anoche testigo -como parte del Festival Guitar BCN– de su fuerza y personalidad, y Cómo explicARTE estuvo allí para poder contarlo.
En Catalunya, tras pasar por Barcelona capital y Sant Joan de Espí con esta gira, ayer le tocó a Sant Cugat vivir su directo. El Teatre-Auditori es un lugar que, según remarcó la propia Bebe, siempre le ha abierto sus puertas y mostrado mucho afecto pero debido a algunas complicaciones hacía ya seis años que no acudía para dar un concierto.
El concierto comenzó con unos minutos de retraso pero eso hizo que después alargara su hora y media de duración. Bebe puso la voz y la guitarra y se entregó al público junto a su banda de músicos, formada por Javier Pedreira Muñoz a la guitarra, Jacob Reguilón García al bajo, Josué Santos Bravo al teclado, clarinete y percusión, y Carlos Sánchez a la batería. Todos ellos fueron animando la noche poco a poco, aumentando las pulsaciones de la gente y los aplausos, y regalando varias canciones -nuevas y antiguas- con mensaje y una gran base instrumental con mezcla de sonido jazz, pop y rock..
Un tema muy flamenco sonaba de fondo hasta que unos acordes de piano marcaban una dulce melodía. Entonces apareció Bebe sentada en una especie de trono situado en el centro del escenario y entonó Borrones, tema del último disco que abre el show. Un salto al pasado a continuación con Siempre me quedará, para seguir con Me fui. En ese momento empezaron a crecer los aplausos al compás de la música y el ambiente se iba llenando ya de calor. La Cuenta y Tan Lejos Tan Cerca precedieron a Que Llueva, una de las canciones más optimistas y frescas de Cambio de piel. En ese momento, de imprevisto, subió al escenario a una niña del público para cantar con ella e impregnarse de alegría. Con Bala Perdida una esencia de rock’n’roll invadió la sala y al turno de Chica Precavida ése toque de rock dejó al descubierto la parte más sensual de la artista extremeña, la cual aprovechó para introducir La Bicha, tema del álbum Y. que dedicó abiertamente a todas las mujeres, sin importar el peso, la altura, las gafas, la edad ni nada.
Después de Tu Silencio y Animales Hambrientos tocó revivir esa época inicial de Bebe llena de éxitos que todo el mundo ha escuchado al menos una vez, no sin antes disfrutar del regalo que hizo a los asistentes: cantar en catalán la versión que se hizo para el evento solidario La Marató de TV3 en su pasada edición de su último single Respirar. Advirtió que se ponía nerviosa ante tanta gente y acabó la canción en su idioma original, pero estuvo muy arropada por las voces del público, quienes cantaron a todo pulmón hasta el final. Dicho esto, sus éxitos Con Mis Manos, Malo y Ella fueron seguidos. Quedó claro que por mucho que las cosas cambien, los ideales persisten, y Bebe era, es y será siempre fiel a manifestar su amor por la familia y a defender los derechos de la mujer, puesto que es algo que la define y que ha marcado un antes y un después en su carrera.
El bis podría haber durado 3h si, tal como afirmaron, hubieran tocado muchas de las canciones solicitadas, pero por ejemplo no sonaron K.I.E.R.E.M.E ni 7 horas ni Busco-Me porque, obviamente, hay que elegir un repertorio y conforme vas añadiendo nuevos temas se hace cada vez más difícil ajustarlo. El público pidió a gritos Mi Guapo y Bebe se soltó para cantar un trozo A Capella hasta que la banda se incorporó hacia la mitad de la canción.
Utilizó Ganamos, que como ella misma explicó es «la canción con más amor que he hecho nunca» para lo que parecía la despedida del concierto, pero entonces tuvo el mayor detalle que podría haber tenido y, sentada en el borde del escenario a baja luz, pidió que todos los niños presentes en la sala la acompañasen para cantar con ella. Un montón de niñas de entre 5 y 12 años -curiosamente no había ningún niño-, a las que dedicó su tiempo para saludarlas, dejar que se presentaran y que se despidieran antes de volver a sus asientos, estuvieron a su lado mientras homenajeaba a «las «ratillas», esas personas chiquitinas que son lo que más queremos en la vida» interpretando Más que a mi vida y Todo lo que deseaba. El broche de oro lo puso Pa Mi Casa, tema de los discos anteriores que devolvió la energía al ambiente y que sirvió para cerrar el concierto.
No tiene nada que ver un directo en un teatro que en un gran recinto, del mismo modo que no tiene nada que ver si lo comparamos con un acústico en un espacio reducido, pero lo cierto es que este tipo de conciertos tienen su encanto y se gozan con más calma. Vimos a una Bebe mucho más centrada y acomodada, quizás más seria que otras veces pero sin abandonar su sonrisa en cada canción. Con una voz impecable capaz de alcanzar unos giros muy correctos tanto graves como agudos y también con una distinguida finura a la hora de moverse por el escenario y de interactuar con el público, el cual, por cierto, no paró de piropear a la artista y de corear sus canciones. Se nota el paso de los años, se percibe ese Cambio de piel, pero no hay duda que ha sido para bien, y a su vez se nota que los que estuvieron en sus inicios, siguen estando ahí apoyándola pase lo que pase.
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Texto: Gemma Ribera
Fotos: Eva Morcillo > © COMOexplicARTE
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