CINE – INTERNACIONAL – CRÍTICA
Desde el pasado viernes 11 de noviembre se puede ver en los cines españoles la nueva película de la dupla de directores Mariano Cohn y Gastón Duprat. Premiada en Venecia y en la Seminci de Valladolid, El ciudadano ilustre es una espléndida sátira que de forma autocrítica expone las contradicciones de la sociedad argentina y que, mediante la figura del protagonista y su comportamiento, inspecciona el lado más perturbador y avaricioso del ser humano.
Daniel Mantovani es un destacado escritor en toda Hispanoamérica que acaba de recibir el Premio Nobel de Literatura. Por primera vez un argentino gana este premio, y eso ya es motivo suficiente de celebración. El autor, gracias a las ventas de su obra, ha pasado media vida afincado en grandes metrópolis europeas y actualmente, a sus sesenta años, reside en la zona alta de Barcelona. Salas es su tierra natal, un pueblo pequeño perdido en Argentina que han inventado igual que Gabriel Garcia Márquez hizo famoso el ficticio Macondo en sus novelas. En Salas surgió toda la obra literaria de Mantovani y por ello cuando es invitado a volver para convertirse en el ciudadano ilustre del pueblo, decide aceptar.
Lo que en un principio parece un viaje de vuelta a casa de lo más tierno y esperanzador, no acaba siendo así, ya que ese anhelado hogar se ha convertido con el tiempo en un infierno ruin. El Nobel recordaba Salas como una fuente de inspiración muy seductora a la hora de escribir, pero a su regreso se encuentra con un pueblo muy conservador donde sus habitantes son títeres cargados de antipatía, celos y envidia.
El relato se basa en retratar el perfil de ciudadano que es un argentino medio. Valorando que es una figura pública estereotipada que regresa a su tierra natal también estereotipada, vemos que los directores han querido darle un doble sentido. La contraposición de las distintas actitudes, las ganas de estar en constante movimiento del protagonista con el modo de vida tan apacible del pueblo y el contraste del entorno rural con el ambiente cosmopolita, son una muestra de ello.
El equipo de realización ha aprovechado la comedia y la ironía del guion de Andrés Duprat -hermano de Gastón- para manejar los recursos visuales de modo que los diálogos sorprendan y cada situación aporte algo nuevo a la anterior. Pese a que el pueblo se muestre en contra del progreso y el protagonista sienta rechazo a su tierra al ver su limitada evolución, aquí el postulado «cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia» no valdría, dado que por mucho que algunas escenas evoquen al surrealismo y a la insensatez, a fin de cuentas la película funciona perfectamente como reflejo de los conflictos de la Argentina actual.
Óscar Martínez, a quien ya vimos brillar en la exitosa Relatos Salvajes (2014), interpreta al reconocido literato cascarrabias con un descaro necesario para poder atrapar al público. Como vamos conociendo pedazos de los distintos personajes mientras sus miserias salen a la luz, no resulta fácil empatizar con ninguno de ellos, pero Martinez asume su rol de forma extraordinaria. Nora Navas, ganadora de un Goya en 2011 por Pa Negre, acompaña al actor y también cumple con el perfil de mujer demandado.
- ¿Por qué verla?
El ciudadano ilustre nos presenta un choque brutal entre clases sociales y un gran enfrentamiento cultural. En ella, el estilo de vida de los famosos se entremezcla con el de la gente corriente a través de un humor ácido que hace que la narrativa se entienda bien y la historia sea realmente atractiva. La cinta va a representar a Argentina en los los Premios Goya 2017 como Mejor Película Iberoamericana y en los Óscar 2017 dentro de la categoría Mejor Película de Habla No Inglesa. La que muchos consideran ya que es la comedia negra del año cuenta además con producción española y está distribuida por A contracorriente films. Desde que se estrenó en el país de origen ha sido número uno varias semanas, y seguro que en España va a tener también un largo recorrido.
Valoración: ✮✮✮
Texto: Gemma Ribera
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Aquí el trailer: