MÚSICA – ESPAÑA – CRÓNICA
La sala Razzmatazz de Barcelona inauguró anoche el recién presentado ROOM FESTIVAL, un ciclo de conciertos organizado por Clipper’s Live. Antonio Orozco trajo su tour Destino a la Ciudad Condal con las entradas agotadas y dio uno de los conciertos más enérgicos y especiales de su vida. Cada gesto, cada canción y cada palabra tenian un destinatario único: su héroe Xavi Pérez, el productor musical que confió en él en sus inicios y le acompañó en este largo viaje delante y detrás de los escenarios, hasta que la semana pasada falleció a causa de una parada cardiorespiratoria. Así fue esta memorable velada…
El joven Alberto del Puerto teloneó a un entregado Orozco, que nada más pisar el escenario anunció: «Barcelona, ¿estás ahí o no? prepárate, cógete fuerte que despegamos. ¡Esta noche os vamos a reventar la cabeza!». Luces, cámaras, ruido, música… ¡Acción! Con los ánimos por las nubes, la sonrisa puesta y las ganas de hacer saltar al público, comenzó interpretando Mírate y Llegará, dos grandes éxitos de su actual álbum y del anterior.
Tras saludar con un mensaje de bienvenida, prosiguió con un primer discurso emotivo y motivacional en honor a sus seres queridos -entre los que evidentemente figura Xavi Pérez-. La letra y la pasión con la que cantó Por pedir pedí puso el bello de punta a más de uno, y aprovechando el breve silencio entre canción y canción y la claridad de la luz enfocando al público, los presentes no dudaron en felicitar al artista por cumplir años este miércoles, entonando un afectuoso «cumpleaños feliz».
Acto seguido nos subimos en el vagón con él y recorrimos sus éxitos desde el Origen al Destino, comenzando por El viaje. El equipo no dejó ninguna canción en el tintero, pero lo hizo con la condición de que en el mapa sonoro no hubiera baladas de esas que provocan bajones, y así fue. El concierto cumplió el propósito de ser una auténtica reivindicación rockera. Desde el primer momento el show se convirtió en una fiesta donde los decibelios mantuvieron la potencia alta y en linea recta hasta el final, de modo que el nivel de euforia alcanzado fue máximo. Bendita capacidad única que tiene la música de transformar las posibles tristezas en alegrías para curar los males.
Presentando las canciones de forma original, habló de Pideme diciendo «Pídeme lo que quieras que te lo doy». Antonio mostró a partes iguales su lado más carnal y su lado más dulce. Vimos su bondad, por ejemplo, en el mítico Devuélveme la vida, con el público cantando a solas la mitad de la letra y él completamente emocionado y agradecido. Sinceridad y desfachatez se vieron las caras en el discurso previo a interpretar Moriré en el intento, un manifiesto que salpicó hasta a los políticos para llegar a la conclusión de que, aunque cueste, hay que morir siempre en el intento, en la lucha por conseguir trabajo, por mantener la familia, por enamorarse o por superar cualquier adversidad. La siguiente canción la introducía con el mismo optimismo: «Aquí empieza todo, si estás aquí es porque estás vivo, es porque Hoy Será«.
Suponemos que es por el deseo de ampliar la confianza y personalizar sus palabras que se refirió constantemente al público en segunda persona del singular. Uno de los discursos más sentidos surgió antes de se arrancasen a perseguir los acordes de guitarra coreando al unísono Podría ser, cuando el de L’Hospitalet pronunció «No hay ni una forma de que seas luz si no eres luz con los que te la dan cada día. […] Antes de que digas que tengo un guion o que estoy leyendo un estúpido libro de autoayuda, que sepas que igual que hablo de mi vida, hablo de tu vida, y me sale así. […] En el fondo no eres nadie si no es por lo que los demás hacen por ti. Yo, ni una sola cosa del mundo cambiaría, ni una sola cosa».
Estoy temblando, Ser o no ser y Dime porqué generaron tal ardor que, como si de un anuncio por megafonía se tratase, Orozco confesó a «los habitantes de Razzmatazz» que estaban a punto de conseguir que este fuera el mejor concierto de su vida. Al terminar Que me queda presentó a todos los miembros de la banda bajo el nombre de Xavi Pérez, un precioso detalle para homenajearle, y concluyó con Estoy hecho de pedacitos de ti, o mejor dicho, de pedacitos de uno de los productores musicales más reconocidos de nuestro país.
Una pausa para montar un piano en el escenario indicaba que algo más iba a venir, y no fue solo algo más, sino alguien más. Su amigo y compañero de profesión Pablo López le acompañó al piano para hacer juntos una interpretación magistral de Mi héroe. «Lo importante de la vida es la gente que ama la música como tú y hace lo que le sale de los c*** en un escenario», elogiaba sin pudor Pablo al protagonista de la noche. Para no dejarlo escapar tan rápido, cantaron otros dos temas, uno de cada uno: No hay más y Lo saben mis zapatos. El broche de oro lo puso Mi suerte fue encontrarte. El concierto por momentos parecía infinito ya que los aplausos y gritos no cesaban, pero sin duda este #DestinoRazz quedará para el recuerdo de todos.
Texto: Gemma Ribera
Fotos: Patricia Vergara y Gemma Ribera > © COMOexplicARTE