CINE – ESPAÑA – CRÍTICA
El 2 de diciembre llega a los cines la ópera prima de Salvador Calvo producida por Enrique Cerezo. Parece que el cine español está encontrando su hueco dentro de esta oleada reciente de películas históricas basadas en personajes y acontecimientos importantes del pasado, y cada vez deberíamos estar más orgullosos de ello, ya que el resultado fílmico es tan realista que logra impresionar. No sabemos si 1898: Los últimos de Filipinas se puede considerar competencia de las producciones norteamericanas, pero lo que está claro es que enseñar a través de la gran pantalla el sitio de Baler, asedio al que fue sometido un destacamento español durante 337 días en la iglesia del pueblo filipino, es una buena opción, más allá de que la laureada serie El Ministerio del Tiempo lo introdujera en televisión.
El ejército conocido como «Los últimos de Filipinas» estuvo luchando contra la guerra entre España y Estados Unidos sin saber que ya había terminado. Tras España ceder la soberanía sobre Filipinas a Estados Unidos, se firmó la paz, y los enviados a Baler pasaron una larga temporada encerrados en la iglesia por los insurrectos del pueblo y sobreviviendo sin recibir noticias del exterior. La película de Salvador Calvo es una actualización del largometraje que Antonio Román estrenó en 1945. En esta ocasión los hechos se narran de forma dramatizada y se incluyen detalles que en la versión anterior fueron obviados. No es cuestión de recuperar la historia en si sino que el acento está puesto en la resistencia de los soldados, con el fin de mostrar como era la convivencia y el sufrimiento de los sitiados tanto a nivel individual como en colectivo.
En el reparto se distinguen dos bandos: los jefes y los jóvenes. Sin embargo, si los ponemos en una balanza, el talento está equilibrado y salta a la vista a partes iguales. El actor catalán Álvaro Cervantes -a quien entrevistamos en el Festival de San Sebastián, donde vimos un avance de la película- es la voz del relato y, como protagonista, tiene momentos interpretativos complejos que desarrolla generando una gran admiración. Junto a él caminan Patrick Criado, Ricardo Gómez, Emilio Palacios y Miguel Herrán, quienes a pasos agigantados se están convirtiendo en promesas del cine de nuestro país. Haciendo contrapeso están los expertos en la materia: Luis Tosar, Carlos Hipólito, Eduard Fernández, Javier Gutiérrez y Karra Elejalde, todos ellos dando vida a unos personajes de presencia inquebrantable.
La novel Alexandra Masangkay, de origen filipino, canta la banda sonora del film y encarna al único personaje femenino remarcable. Cumple con un papel pequeño, pero ciertamente podría dar mucho más de si. Pasa un poco desapercibida, igual que ocurre con el maestro Pedro Casablanc.
Para recrear de la mejor forma posible el episodio histórico en cuestión, la batalla ficticia se libró en los exteriores de Guinea Ecuatorial, Tenerife y Gran Canaria, localizaciones llenas de idílicos paisajes para rodar una película como ésta. Con un presupuesto que ascendió a los seis millones de euros, la superproducción española que distribuye Sony Pictures da una visión humanista sobre las miserias de la guerra y logra que el público comprenda las extremas situaciones a las que se enfrentaron los últimos militares enviados para mantener en pie el Imperio español.
- ¿Por qué verla?
1898: Los últimos de Filipinas no es un remake, tan solo es una película cuyo guion escrito por el cubano Alejandro Hernández se ha mantenido fiel a los sucesos históricos pero que traslada el punto de vista de la original hacia una mirada mucho más personal. El engaño que hizo el gobierno para resolver el conflicto mediante el pago de 20 millones de dólares desencadenó una serie de dudas sobre el estado de la guerra, pero en todo momento vemos como los soldados dejan atrás sus miedos y se exponen en defensa de la patria. El mensaje antibelicista que lanza el film como trasfondo pretende evaporar el clima de horror bélico inicial, y por lo menos, desde Cómo explicARTE, creemos que lo consigue. Prácticamente todo es fascinante, desde el reparto de excepción hasta esos planos cenitales que dan profundidad a los paisajes, pasando por la fotografía cuidada y la veracidad de las tramas. Un aplauso para este gran largometraje dedicado a «Los últimos de Filipinas».
Valoración: ✮✮✮
Texto: Gemma Ribera
© COMOexplicARTE
Aquí el trailer: