TEATRO – ESPAÑA – CRITICA
El asturiano Anthony Blake, conocido como «El mago de la mente», vuelve a Barcelona con 100X100 Blake, tres años después de presentar en la ciudad su último espectáculo No vengas solo. Según él, ahora trae la esencia más real de lo que lleva haciendo 33 años, 15 de los cuales ha pasado enseñando su don del mentalismo y el ilusionismo en los teatros de todo el país. Tan solo esta semana, del 6 al 11 de diciembre de 2016, seis únicas funcionas podrán verse en la sala BARTS (Barcelona Arts on Stage). El show está lleno de números descartados anteriormente por su diversidad y cuenta con la interacción con el público como protagonista, ya que sólo 15 minutos son iguales en cada función y el resto depende de la capacidad de reacción y respuesta de los asistentes. Así lo vivimos nosotros ayer…
La música acompaña a los elementos escénicos: una cámara negra, una mesa, un taburete, una luz sutil y varios objetos. Blake deja su lado más oscuro fuera de campo, en la que nos atrevemos a definir como la obra más intima y clara de su trayectoria. Aquí no existen ornamentos ni efectos especiales; si algo se convierte en especial es porque, tal como Blake comenta, es producto de nuestra imaginación.
Adivinar números o personajes pensados por el público, recuperar recuerdos mediante la recreación de la imagen ideada en sus cabezas, sentir la presencia de un ser querido… hay números de todo tipo que claramente sorprenden. Sin embargo, no dejan a todos con la boca abierta, ya que muchos resultan «más de lo mismo», bastante básicos. El nivel de dificultad y emotividad va subiendo, pero en conjunto, la duración de la obra cambia según como fluya la interacción entre el mago y los participantes.
Nadie puede poner en duda las cualidades de este hombre, sus estudios para llevar a cabo técnicas de mentalismo y aprender nuevas disciplinas son evidentes y se han visto durante mucho tiempo en programas de televisión y otros medios de comunicación. Aun así, exponerse en directo en las salas de teatro sigue siendo un reto diario, y más cuando la platea no te lo pone fácil. Anoche la sala estuvo repleta de gente, y ahí, entre la multitud, afirmó estar nervioso debido a la incertidumbre de los elegidos a la hora de contestar a sus preguntas para construir cada mágico número. Eso fue también, seguramente, lo que dificultó la digestión del espectáculo.
En 100X100 Blake la magia parte de la improvisación, pero en el fondo, el mentalista lo tiene todo controlado. Es verdad que desde el asiento no es posible descifrar los trucos ni saber a ciencia cierta si hay conocidos entre el público, pero, en este caso, las sospechas saltaron a la mínima al comprobar que la mayoría de las veces, los «voluntarios» eran escogidos a dedo y no al azar como debería ser. Él defiende sus métodos afirmando que los espectadores son los que reinterpretan sus propuestas, y es a través del contacto por donde se establece una comunicación mutua entre ambos, la cual solo aquél que quiera dejarse llevar por el imaginario podrá entender.
- ¿Por qué verlo?
Toda persona que tenga interés o curiosidad por el mentalismo tiene que ver a Blake. Es de los más veteranos y sabe lo que hace. Sabe como seducir a los más fieles. Este espectáculo ofrece una mayor proximidad con el público, así que lo recomendamos ver con la mente despejada y sin prejuicios. Puede que salgas descontento o que salgas de la BARTS preguntándote el porqué de todo… sólo depende de ti. ¡Hasta el domingo 11 de diciembre, corre a por tus entradas!
Texto: Gemma Ribera
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