TEATRO – CATALUNYA – CRÓNICA
Esta noche de lunes 19 de diciembre ha tenido lugar la gala de entrega de los Premis Butaca, los premios del teatro catalán concedidos por votación popular. La XXII edición se ha celebrado en el Teatre Apolo de Barcelona, y ha tenido dos espectáculos claramente triunfadores: Dansa d’agost, dirigida por Ferran Utzet, y Molt soroll per no res, dirigida por Àngel Llàcer y en representación en el Teatre Nacional de Catalunya hasta el 1 de enero. Cada montaje se ha llevado cuatro galardones, pero no han sido los únicos destacados…
Dansa d’agost ha conseguido tres premios técnicos como Mejor Montaje Teatral, Mejor Escenografía y Mejor iluminación, y además el reconocimiento a Mónica López como Mejor Actriz de Reparto. Molt soroll per no res –que vuelve al escenario por segundo año, pero con un elenco diferente- ha ganado, por su parte, dos premios técnicos a Mejor Vestuario y Mejor Sonido, y otros dos que son considerados de los más importantes: Mejor Musical y Mejor Actor de Musical para David Verdaguer.
El premio a Mejor Actriz de Musical ha ido a parar a Mercè Martinez por su trabajo en 73 raons per deixar-te, obra que, por cierto, ha ganado en la categoría de Mejor Composición Musical. Y, ya que son las únicas categorías donde se hace distinción entre hombres y mujeres, sigamos por las categorías de actores: El premio a Mejor Actor de Reparto ha sido para Lluis Villanueva por su papel en Caïm i Abel, mientras que Pol López ha sido premiado como Mejor Actor Teatral por su interpretación en Hamlet, a su vez que Clara Segura ha ganado como Mejor Actriz Teatral por su monólogo Conillet. Si juntamos el premio de Lluis Villanueva con los cuatro galardones de Dansa d’agost, nos da la suma de cinco Butaca, que son los que ha recibido Cía La Perla 29, la productora que dirige Oriol Broggi. ¡Señal del buen trabajo realizado!
El Butaca a Mejor Dirección se lo ha llevado la única mujer nominada, ni más ni menos que Carme Portaceli por Només són dones. La directora estaba ausente pero ha agradecido su premio mediante una reivindicativa nota de voz a favor de las mujeres olvidadas. De todos modos, la mayor ovación se ha producido cuando Manolo Trullás, taquillero de la sala teatral La Seca-Espai Brossa, ha recogido su Premio Honorífico Anna Lizarrán. Por su parte, Jordi Casanovas ha logrado el Butaca a Mejor Texto por la delicada Vilafranca, un dinar de festa major y, en general, podemos afirmar que los premios han estado muy repartidos, aunque A teatro con Eduardo, de De Filippo, y El público, de García Lorca, se han ido con las manos vacías pese a partir como favoritas.
Los habituales presentadores de la gala, Toni Martín y Glòria Cid, han puesto toda su elegancia encima del escenario, y han permitido que el acto fuera avanzando sin problemas ni atascos. Si algo se ha visto ha sido la constante ironía sobre la precariedad en el sector, toques de humor comparando los líderes políticos con los títulos de la cartelera teatral de la temporada y mucha pasión por el teatro y el trabajo de compañías artísticas y directores. No ha habido muchas sorpresas, pero, al fin y al cabo, los Premis Butaca son necesarios y serán bienvenidos siempre.
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Texto: Gemma Ribera
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