CINE – ESPAÑA – PRESENTACIÓN
Ya va quedando menos para la gala de la 31ª edición de los Premios Goya, y, como es tradición año tras año, unas semanas antes se realiza un encuentro de nominados para festejar la consideración de los cabezas de cartel del cine español. En esta ocasión, el acto de bienvenida se ha celebrado esta noche en el Hotel Ritz de Madrid, lugar donde la actual presidenta de la Academia de Cine, Yvonne Blake, y su vicepresidente primero, Mariano Barroso, ofrecieron un cóctel -en vez de una cena- a los presentes, con un riguroso respeto por los tiempos.
Precisamente, si hay un propósito para el 4 de febrero -día de la gala-, es intentar agilizar la ceremonia y reducirla a unas dos horas y media de duración, según han confesado los responsables. De igual forma, aunque Dani Rovira repite como presentador por tercer año consecutivo y no carecerá de humor, la presidenta ha asegurado que el acto será más sencillo y no contará con un cuerpo de baile, sino que se limitaran a tener música en directo y una orquesta sinfónica para amenizar la entrega de premios.
Por compromisos laborales, las veteranas estrellas Penélope Cruz, Antonio de la Torre, Carmen Machi, Alberto Rodriguez, Roberto Álamo, Eduard Fernández y Pedro Almodóvar han estado ausentes. De los cuatro nominados a Mejor dirección, faltaban éste último, Alberto Rodriguez y Juan Antonio Bayona. Tan sólo ha asistido Rodrigo Sorogoyen, nominado por primera vez en esta categoría por Que Dios nos perdone. Agustín Almodóvar, productor y hermano del director de Julieta, los ha excusado dando en el clavo con la «justificación» perfecta, señalando que esta fiesta es «para los nuevos, para los jóvenes».
Por consiguiente, en las categorías de Mejor Actor y Mejor Actriz, ha ocurrido más de lo mismo. Será que la mayoría ya están acostumbrados a eventos de este tipo y pueden permitirse faltar, porque casi todos los nominados tienen un Goya en sus manos. Luis Callejo es una de las excepciones. El actor ha afirmado estar muy contento por esa posibilidad de llevarse su primer galardón como Mejor Actor protagonista gracias a su papel en Tarde para la ira. De hecho, ésta película de Raúl Arévalo -quién, por cierto, también ha estado presente y ha atendido a los medios con simpatía-, ha conseguido 11 candidaturas, entre las cuales tiene opciones de alzarse con el Goya a Mejor Película y a Mejor Dirección novel. Otro de los nuevos que ha acudido al acto es Salvador Calvo, que también se juega la estatuilla a Mejor Dirección novel por 1898: Los últimos de Filipinas.
Paralelamente, en cuanto a las actrices, hay dos rostros recientes que pueden llevarse el premio a Mejor Actriz revelación y que no han querido perderse la cita: Belén Cuesta por Kiki, el amor se hace y Anna Castillo por El Olivo. De las actrices veteranas, han pisado el photocall Terele Pávez -nominada a Mejor Actriz de reparto por La puerta abierta-, Bárbara Lennie -finalista por María y los dos demás- y Emma Suárez -nominada por Julieta y La propera pell-. Suárez, que ya obtuvo un Goya en 1996 gracias a Pilar Miró y su Perro del Hortelano, ha querido recordar a la cineasta que la impulsó hacia donde está a día de hoy.
2016 ha concluido siendo un buen año para las producciones españolas, tanto a nivel de realización como de recaudación. El balance de taquilla indica que han habido 18 millones de espectadores en salas dedicados al cine español. Son tiempos complejos para sacar adelante un film, y el 21%¨del IVA no ayuda, pero no hay que rendirse. Siempre se agradece el apoyo de una cadena de televisión en la coproducción y una campaña de promoción estridente. Hay que trabajar muy duro para entrar en la indústria y también para evitar salir de ella, pero los Goya son sinónimo de alegría, sonrisas y fiesta. ¡Que queda mucho por celebrar!
Texto: Gemma Ribera
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