CINE – INTERNACIONAL – CRÍTICA
Estado de Virginia. 1958. Mildred Dolores Loving, una mujer negra -nativa de América pero con raíces afroamericanas-, y Richard Perry Loving, un hombre blanco -americano de descendencia europea-, deciden formalizar su relación casándose en Washington. Al regresar a Carolina del Sur, donde pretenden vivir, son buscados y arrestados en varias ocasiones por el sheriff del condado, hasta que son condenados a un año de cárcel por desafiar la ley antimestizaje del Estado. Sólo si huyen y evitan volver a pisar su tierra durante 25 años, la pena será cancelada, algo difícil teniendo en cuenta los vínculos familiares. Ésta historia es tan real como la vida misma. Se trata del «caso Loving contra Virginia», un famoso suceso que el cineasta estadounidense Jeff Nichols ha llevado a la gran pantalla en forma de drama, bajo el título de Loving.
Inspirada en el documental de la HBO The Loving Story de Nancy Buirski, la película se centra en la importancia del caso, no tanto a nivel judicial sino más a nivel personal. La resolución ya está escrita, y por eso no es ningún spoiler desvelar que, tras más de 10 años de lucha, la Corte Suprema de los Estados Unidos decidió a su favor, lo cual supuso la abolición de las leyes que prohibían el matrimonio interracial en EE.UU. Eso es precisamente lo que se quiere viralizar, la naturalidad con la que los Loving se expusieron al problema y a su posterior influencia, sin ni un mero sentimiento de heroicidad.
Jeff Nichols, director y guionista del film, explica el deseo de las minorías interraciales por recuperar sus derechos civiles, y, por suerte, lo hace dando a cada elemento la relevancia que merece. El escenario y el contexto de la situación ceden el protagonismo al amor, esa unión matrimonial que se fija con estremecedoras miradas, dulces sonrisas, abrazos protectores y una atención especial por sus tres hijos. Los actores son Ruth Negga como Mildrard y Joel Edgerton en la piel de Richard, y la verdad es que los dos se complementan a la perfección. Ella es el motor que mueve el film con cada uno de sus gestos y sus pasos, pero él es la gasolina que enciende ese motor, es decir, otra pieza clave.
La severidad la ponen Marton Csokas como el sheriff Brooks y a David Jensen como el juez Leon Bazile, ambos defensores de la segregación racial. La bondad, en cambio, viene en el otro bando, con Nick Kroll y Jon Bass interpretando fabulosamente a los abogados que apostaron por la libertad de la pareja, expertos de la American Civil Liberties Union (ACLU). De todos modos, uno de los personajes cruciales sale cuando ya se hacen visibles la implicación de la publicidad en el caso y la colaboración de varios periodistas de la época. Hablamos de un educado Michael Shannon apareciendo en acción para interpretar a un fotoperiodista de la revista Life.
Él es el encargado de investigar el proceso y sacar, con disimulo, algunas instantáneas que sirvan de prueba para mostrar el cariño y la naturalidad de la pareja protagonista. Al ver esa escena, nos dimos cuenta de que funciona como señal implícita que marca la intención del director a la hora de crear la película: mantenerse al margen de lo que sucedió y relatar los hechos desde una vertiente muy humana.
La estructura se compone de tres partes: Presentación del romance -con embarazo y boda incluidos-, huida para evitar entrar en prisión, y finalmente todo el proceso a seguir para solventar la situación. La puesta en escena está muy cuidada y la fotografía de Adam Stone hace posible que nos transportemos a los años 50 y vayamos creciendo a la vez que Mildred y Richard y sus niños, como si realmente de una película antigua se tratase.
Sin embargo, no cuadra mucho que se califique a Loving de drama, ya que, aunque Nichols elude elementos melodramáticos para no torcer la linea narrativa, el film pide a gritos una tensión dramática que mantenga alerta al espectador. Carece de un enfoque dramático necesario para remodelar el aspecto de relato histórico.que tiene a simple vista.
- ¿Por qué verla?
La historia merece ser contada porque tiene mucho mérito. Los actores proyectan una evolución personal que va progresivamente en paralelo con el seguimiento de dicho célebre caso legal. Está bien ver Loving para conocer los detalles de como puede cambiarte la vida cuando decides pelear por aquello que te gusta sin importar lo que diga la autoridad. Del campo a la ciudad hay solo unos cuantos kilómetros, pero del paraíso al infierno tampoco hay mucho espacio… Este delicado largometraje que Vertigo Films distribuye en nuestro país, llega a los cines el próximo 20 de enero. Una pieza donde gravedad del asunto no se exagera, sino que se trata con respeto. Podría ser todavía más atractiva, de acuerdo, pero la profundidad social -la cual mantiene similitudes obvias entre el pasado y la actualidad-, puede ser útil también para concienciarnos de lo que viene.
Valoración: ✮✮✮✮
Texto: Gemma Ribera
© COMOexplicARTE
Aquí el trailer: