REVIEW: «Lion», una prueba real de que los milagros existen

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CINE – INTERNACIONAL – CRÍTICA

Lion se nos presenta aparentemente como una película sencilla, pero en el fondo resulta una de esas obras tan fascinantes, que parece que lo que está contando no pueda ser real. Y sí, en este caso lo es. El primer largometraje de Garth Davis traslada al mundo del cine la milagrosa historia de Saroo Brierley, un joven indio que desapareció con tan solo cinco años de su pueblo por subirse a un tren con rumbo desconocido. Tiempo después, un matrimonio de Australia lo adoptó y pasó allí 25 años, pero manteniendo el deseo y la esperanza de recordar sus raíces y recuperar a su familia.

La película construye un retrato de la realidad socioeconómica de la sociedad india, y lo escenifica de forma natural y determinante mediante la búsqueda de identidad del joven protagonista -quien se pasea siempre, tanto físicamente como mentalmente, entre India y Australia-. Perdido y alejado de su querida madre y de su protector hermano, el individuo encuentra un hogar en otro país. Aun así, lo que puede parecer una salvación, para Saroo acaba siendo un tormento. Un drama, vaya, pero un drama moderno; con un enfoque directo a la trama que engancha e incita a las emociones.

En esta vida, cuando uno se siente perdido, suele preguntarse de dónde viene y a dónde va. Pues bien, eso es lo que se le ocurre al protagonista cuando ya es adulto, y para resolver sus dudas, decide emprender un viaje de vuelta que le lleve a reencontrarse con su madre biológica. En su cabeza persiste una imagen borrosa por culpa del paso del tiempo, el recuerdo de un abrazo que no está dispuesto a olvidar. Por suerte, todo o prácticamente todo está a su favor: Las experiencias vividas durante su infancia le ayudaron a tener más confianza y seguridad en si mismo, y además, gracias al avance de las nuevas tecnologías y a la existencia de Google Earth, el proceso de búsqueda se vuelve mucho más efectivo y menos improbable. Sí es que el tiempo pone a cada uno en su lugar, ya lo dicen…

El inicio del film está marcado por la presentación de personajes. En la primera parte, el apresurado ritmo de las imágenes y de los sucesos apenas nos deja tiempo para respirar. Sin embargo, de pronto se empieza a olisquear un aroma melancólico que nos impulsa a coger aire para que podamos ser partícipes de los pensamientos del personaje principal y reconozcamos sus idas y venidas, saltado así el eje de espectador.

El pequeño Sunny Pawar da vida a Saroo de niño, y lo cierto es que se come la pantalla con cada uno de sus gestos. La complicidad que tiene con Abhishek Bharate –quien interpreta a su hermano mayor- es estremecedora, igual que lo es su capacidad de transmitir la angustia y el miedo que pasaron los protagonistas en la historia real. Dev Patel, la estrella de Slumdog Millionaire (2008), aparece por primera vez en la mitad del film, justo cuando el flashforward avanza más rápido en el tiempo y nos muestra al niño indio protagonista ya convertido en adulto. Su humilde apariencia, su media melena, su radiante sonrisa y la profundidad emocional con la que interpreta a un crecido Saroo, hacen que Patel tenga una carga narrativa importante y, en consecuencia, que sea el centro de todas las miradas no solo en la historia, sino también desde el otro lado de la pantalla.

El largometraje es una adaptación del libro A Long Way Home, escrito por el verdadero Saroo Brierley junto al periodista australiano Larry Buttrose. Luke Davies, encargado del guión, ha dividido Lion en tres bloques diferenciados. El primero está articulado de tal manera que consigue que el espectador quiera saber más. Mientras estamos en la India, la fotografía, la luz, los colores, la intensidad de la narración… todo fluye sin problemas. El segundo tramo es más pesado. En el momento en que la acción transcurre en Australia, los colores se apagan, la tensión se relaja para dar paso a componentes dramáticos, y nacen subtramas que desvían un poco la atención. En la parte final del metraje es cuando todas las acciones se encadenan con sus consecuencias. Tras una larga lucha por sobrevivir en el Tercer Mundo, la surgida de un resplandor a miles de kilómetros de su tierra natal y un viaje interior con billete de ida y vuelta, el esperado milagro hace posible el retorno de la luz en medio de tanta oscuridad.

No podíamos cerrar este artículo sin mencionar a Nicole Kidman y David Wenham. Ellos son la pareja que adopta a Saroo en Australia. Aunque hay más personas en el reparto y las piezas clave de éste son los dos actores que comparten el papel de Saroo, ellos dos están espléndidos. Especialmente Kidman, metida en la piel de una mujer sensible que da todo por sus seres queridos. Solo diremos que hay una escena en la que la famosa actriz suelta un discurso bajo la atenta mirada de Saroo que pone la piel de gallina.

  • ¿Por qué verla?

Básicamente, porque no es un melodrama común. Sí que el texto flaquea un poco, tal como hemos comentado, pero el ritmo no decae y la historia es apasionante. Representa el «amor de madre» de la mejor forma. No es una película de 10, pero logra su propósito de divulgar esta cruda realidad y hacernos meditar sobre la importancia de tener las ideas claras y de querer a tu familia por encima de todas las cosas. De hecho, la cantante australiana Sia pone voz a la banda sonora con Never give up, canción que habla de lo vital que es luchar y no rendirse jamás. Con 4 nominaciones a los Globos de Oro, Lion promete ser una apuesta fuerte en la cartelera de los cines de todo el mundo. Se estrena de la mano de Diamond Films el viernes 27 de enero.

Valoración: ✮✮✮

Texto: Gemma Ribera
© COMOexplicARTE

Aquí el trailer:

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