PRESENTACIÓN: José Sacristán protagoniza «Muñeca de porcelana» en el Teatre Poliorama de Barcelona

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TEATRO – ESPAÑA – PRESENTACIÓN

A finales de 2015 Al Pacino regresó al teatro con el estreno en Broadway de la obra China Doll, recibiendo tanto el actor como su director, David Mamet, varias acusaciones de incoherencia en el aprendizaje del texto y el consiguiente desarrollo del personaje. Ni la crítica ni el público encontraron adjetivos de halago para el trabajo realizado por este par de genios escénicos. España fue uno de los primeros países elegidos para representar una adaptación de la producción, y todo se preparó al detalle para que José Sacristán y Javier Godino estudiasen a fondo a la nueva Muñeca de porcelana. Dirigida por Juan Carlos Rubio, llegó al teatro Lope de Vega de Sevilla a principios de 2016, viajó hasta Madrid, y arrancó una gira que ahora, a partir del 1 de febrero de 2017, les lleva a pisar el Teatre Poliorama de Barcelona durante seis semanas. Al menos esta versión parece mucho más elocuente.

Bernabé Rico se ha encargado de adaptar la historia de Mickey Ross, un millonario americano, influyente y corrupto que pese a estar a punto de jubilarse conserva una imagen y un espíritu juvenil gracias al amor que siente por su joven prometida extranjera, esa «Muñeca de porcelana». Tanto es así que decide comprarle un avión privado como regalo de bodas sin rendir cuentas. Pero… ¿Acaso pueden los poderosos estar libres de culpas y cargos vinculados con sus actos? Esta pregunta se resuelve cuando entran en combate el poder político, el poder económico y el poder moral, éste último para romper con el pasado y ayudar al magnate a relacionarse con la lealtad y con el resto de medios de comunicación que se hacen eco de su día a día.

José Sacristán es Ross, y de nuevo obedece las órdenes de Juan Carlos Rubio, tal como lo hizo anteriormente con Razas, su otra adaptación del autor americano MametEl único rol social que se contrapone a su figura es el de su ayudante, interpretado por Javier Godino. El asistente  tiene que cumplir con la agenda de su superior y atender los negocios desde la distancia si quiere heredar la empresa y sus ganancias. Sería sencillo sin el teléfono interfiriendo de por medio, dado que las llamadas telefónicas que transcurren a lo largo del monólogo -o casi monólogo-, son las causantes de un imaginario de color gris, un universo personal lleno de problemas, dudas y miserias que de un momento a otro pueden perseguir a cualquier ser humano.

Tal como ha afirmado el mismo Sacristán esta mañana en rueda de prensa, esta pieza teatral del dramaturgo Mamet «nos permite reflexionar sobre nuestra responsabilidad ante todo lo que pasa a nuestro alrededor». También ha añadido que el trasfondo de la obra es «perfectamente trasladable a cualquier otra latitud, incluida la nuestra».

El productor Toni Albadalejo -responsable del Teatre Poliorama- ha señalado que en el teatro, la calidad está por encima del idioma, de modo que no les supone ningún problema programar espectáculos en castellano. A su vez, ha querido insinuar que el personaje protagonista tiene cierta similitud con Donald Trump, a lo que Sacristán ha contestado que, igual que ha ocurrido en los Estados Unidos, «En España también hay corruptos a los que hemos votado». Al Mickey Ross español no le gustan las comparaciones con Al Pacino, pero ha dicho que está muy contento y orgulloso de hacer este papel.

El hecho de que el argumento sea tan enrevesado y las acciones se lleven a cabo a toda velocidad, puede provocar que el espectador no comprenda las conversaciones telefónicas. Teniendo en cuenta que el aparato es el objeto que nos esboza a cinco personajes más que no están presentes, conocerlos a través de las palabras y las descripciones que hacen los dos actores puede resultar una misión complicada. Después de todo, son los interlocutores ausentes quienes ponen entre la espada y la pared la fuerza del poder de los personajes principales, causantes de que su relación se tambalee.

Aun así, el ambiente que se crea es tan real que, una vez pasados los 75 minutos de duración, el público debe sacar sus propias conclusiones. No hay una moraleja estricta ni un desenlace completamente cerrado, todo depende de los ojos con los que se mire.

En la web del teatro encontraréis toda la información para la compra de entradas. ¡En cartel hasta el 12 de marzo!

Texto: Gemma Ribera
© COMOexplicARTE

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