REVIEW: Las T de Teatre celebran sus 25 años en los escenarios con la comedia dramática ‘E.V.A.’

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TEATRO – CATALUNYA – CRÍTICA

Julio Manrique ha trabajado junto a Marc Artigau y Cristina Genebat para dirigir ‘E.V.A.’, la propuesta teatral con la que T de Teatre celebra sus 25 años de trayectoria. Con la singularidad y el carácter que las define, las cuatro mujeres que actualmente forman la compañía catalana estudian a fondo la escala visual analógica del dolor. A eso hacen referencia las siglas con las que se titula la obra: una línea que divide el nivel de dolor hasta en 10 puntos distintos. Ya sea físico o emocional, el desconsuelo que se representa en cada uno de los casos se entrecruza con los otros. Son historias conectadas. Historias de fe.

En el escenario vemos la cara más simpática de Carme Pla, la más enigmática de Àgata Roca, el lado más atrevido de Mamen Duch –con Rosa Gàmiz como sustituta ocasional– y el más feroz de Marta Pérez –que tiene a Chantal Aimée de cover (sustituta)-. Las cuatro se meten en la piel de personajes que son muy diferentes pero que, al mismo tiempo, comparten traumas del pasado que deben superar.

Todas entran, salen, discuten, se emocionan, cantan… Y si hay algo que se les da especialmente bien es empatizar con el público y hacer reír. Eso sí, puestos a colaborar con antiguas integrantes como Gàmiz, hubiera estado bien contar con Míriam Iscla, aunque entiendo que ella se desentendió voluntariamente del grupo.

Los actores Carolina Morro, Albert Ribalta y Jordi Rico también aparecen y cumplen con su papel, aunque las verdaderas protagonistas son ellas cuatro. En cuanto al trabajo técnico, destacan las proyecciones a cargo de Francesc Isern. La puesta en escena se enriquece con recursos audiovisuales como éste y resulta muy llamativa. La decoración y las plataformas que permiten crear múltiples espacios sin que el espectador apenas se dé cuenta ayudan a que el montaje termine siendo brillante.

‘E.V.A.’ es una comedia dramática en toda regla, pero sorprende el tono de thriller que los tres autores han tomado como base. El suspense es un ingrediente que aporta originalidad y atención al relato. El único fallo es que, en ocasiones, las escenas se alargan demasiado y debilitan el ritmo y las risas. Algunas incluso se enredan tanto que, quizá, podrían llegar a suprimirse y no alterarían el transcurso de la obra.

  • ¿Por qué verla?

Manrique y sus tuvieron la idea de incorporar metateatro en el texto y, de este modo, reincidir en la carrera de T de Teatre con varios guiños que nos llevan hasta el estreno de la obra en cuestión. La espontaneidad define el término naif, y así es como precisamente puede entenderse la manera de actuar de las cuatro mujeres: Transparentes. Enérgicas. Con un estilo único. Programada en el Teatre Romea dentro del Festival Grec 2017, es difícil calificarla como la mejor de todas las obras que han hecho a lo largo de estos 25 años, pero sí, al menos es curiosa y entretenida. Ah, y da qué pensar. ¡Felicidades y a por 25 años más de éxitos!

Valoración:  ✮✮✮

Texto: Gemma Ribera
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