CINE – ESPAÑA – CRÍTICA
A partir del 1 de septiembre se podrá ver el éxito editorial de Lorenzo Silva en la gran pantalla. Hablamos de La Niebla y la Doncella, una novela cuyos personajes ya formaron parte del universo cinematogrñafico en El alquimista impaciente (2002). Los guardias civiles Bevilaqua y Chamorro, interpretados por Quim Gutiérrez y Aura Garrido, hacen acto de presencia ésta vez en La Gomera (Islas Canarias) para resolver un caso reabierto tres años después.
La historia parte del misterioso asesinato de un joven que trae de cabeza a toda la isla. Paola Bontempi interpreta a una madre desesperada, rota de dolor. Ella es la primera que pide respuestas al destacamento de la Guardia Civil en La Gomera, pero el teniente Nava (Roberto Álamo) y la sargento Anglada (Verónica Echegui) no tienen tarea fácil. Para hacer frente a la misión reciben apoyo de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y así es como los cabos Vila y Chamorro se unen a la investigación. El Cuerpo crece y suma fuerzas para encontrar a los culpables del crimen cuanto antes, pero de pronto la relación entre los personajes se ve intercedida por temas de conversación que resaltan sus diferencias y la trama pierde interés y sentido.
Como en cualquier intento de thriller -más aun si es a la española- la película cuenta con escenas de violencia, persecuciones, secretos, dudas y muertes que hacen que a nivel visual impacte. Sin embargo, a nivel narrativo el relato no se construye y se hila a través de los distintos elementos, sino que éstos se acumulan como si fueran pistas de un juego de suspense que únicamente llevan a la confusión. La mayor parte de culpa la tienen los diálogos: pobres y fugaces. Los actores, interpretativamente, tienen momentos brillantes y algunos en los que carecen demasiado de expresividad. Se complementan los unos a los otros, pero de vez en cuando florece un sentido del humor que no termina de encajar.
Andrés M. Koppel, conocido por participar como realizador y guionista de títulos cinematográficos como Noche de Reyes (2001) o Zona Hostil (2016), es el director de La Niebla y la Doncella. Eso sí, no todo en esta producción de Atresmedia Cine, Tornasol Films y Hernández y Fernández P.C es tan malo. Existen dos aspectos destacables que pueden ayudar a revalorizar la cinta. En primer lugar cabe mencionar la capacidad de controlar y transmitir el dolor que se sufre con la pérdida de un hijo. Y en segundo lugar -pero no menos importante-, la alta presencia femenina, que va ligada al guiño reivindicativo que el film incluye sobre el papel de la mujer en la Guardia Civil.
- ¿Por qué verla?
Tuvimos la oportunidad de visionar la película este año en el pase del 20º Festival de Málaga y lo cierto es que, personalmente, yo salí disgustada de la sala, pero al poco comprendí que la mayoría de la prensa había quedado atónita. El hecho de convertir un libro en película implica que la historia tenga nueva voz y nueva vida. Puede ser mejor o peor que lo que imaginaste leyendo, pero siempre te va a sorprender. En este caso, La Niebla y la Doncella es una de tantas obras de género negro adaptada al cine, pero aunque hablar del mal parece que está de moda, nos pilla tan de cerca actualmente que nunca está de más. Id a ver cine español, por favor, pero tened en cuenta un consejo: Dejad en casa las expectativas.
Valoración: ✮✮
Texto: Gemma Ribera
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Aquí el trailer: