GASTRONOMÍA – BARCELONA – RESTAURANTE
Justo donde comienza el distrito de la derecha de l’Eixample, confluyen la famosa taberna Bar Mut, la prestigiosa coctelería El Mutis (justo encima del local) y la última apuesta del mismo propietario: Entrepanes Díaz. A pocos metros del Paseo de Gracia se halla este triángulo gastronómico tan especial. Cuando a Kim Díaz se le ocurrió crear una bocadillería gourmet no pensaba que iba a alcanzar el mismo éxito que los primeros, pero Entrepanes Díaz es un pequeño restaurante decorado al más puro estilo retro -tipo un bar de Madrid de los años 50- donde sirven tapas andaluzas caseras y platos de alta cocina metidos dentro de un pan exclusivamente fabricado para ellos. Un lugar muy auténtico y original.
Igual que en el Bar Mut, los bollos llegan del Forn Sant Josep, panadería artesana que nació en 1912 y que está catalogada como una de las mejores de la ciudad. Éste es su punto fuerte, pero realmente un bocadillo no es nada sin un relleno que lo complete, y en Entrepanes Díaz lo saben bien. El chef Victor Lema compagina los fogones con los del Bar Mut, de modo que, empezando por aquí, ya hemos encontrado otro acierto.
Estoy segura de que la experiencia que viví en este gastrobar no hubiera sido igual sin la increíblemente amable atención de los camareros. Tienen la particularidad de que la mayoría superan los 50 años de edad y además van vestidos con camisa blanca y tirantes; un uniforme que va acorde con la filosofía y el aspecto vintage del local. A mi acompañante y a mí nos atendió Jorge con una gran sonrisa de principio a fin y no puedo opinar nada malo de él, sino al contrario. Nos dio la carta -diseñada tipo revista- y, en señalarle que íbamos sobretodo por los bocadillos, nos explicó con detalle cual es el denominado «top five», es decir, el ranking de los más pedidos. Así ya no quedaron dudas pendientes y pudimos decidir mejor, pues es complicado escoger entre tantas opciones curiosas. Nos decantamos por picar algo y acto seguido pedir dos bocadillos por persona para compartir a mitades. La elección: Kokotxas rebozadas con algas y una salsa de alioli suave; cochinillo servido con lechuga, cheddar y cebolla; el de roastbeef y al final el de salchicha del país, ambos muy sabrosos y generosos.
La calidad de los bocadillos y los platillos es muy buena, aunque mucha gente pensará que son demasiado pequeños. Es verdad que el precio puede resultar elevado para la cantidad que ponen, pero bajo mi punto de vista, probar más de un bocadillo, una tapa o postre y mojito por 20 € no es tan caro cuando el servicio es inmejorable y has comido la mar de bien. Obviamente, no tiene nada que ver con el «bar Manolo» que todos tenemos al lado de casa porque allí no van a tener rabo de buey ni corvina ni pechuga de gallo, y ni mucho menos te lo van a servir en formato bocata.
Está todo tan cuidado que incluso los posavasos contienen imágenes de los camareros cuando eran niños. Y en la pizarra que cuelga de la pared se puede leer cuánto cuesta recibir atención individual por parte del personal de restauración. Sentido del humor no les falta, lo cual se agradece mucho hoy en día. Gran trabajo del señor Díaz y los suyos.
Cierran los lunes todo el día y los domingos por la noche, por tanto el horario se reduce de martes a sábado de 11 a 00h y los domingos de 11:30 a 18h. No aceptan reservas.
- Tipo de cocina: Tapas y bocadillos de autor.
- Precio: €€-€€€
- Dirección: C/ Pau Claris, 189. 08037, Barcelona.
Texto y fotos: Gemma Ribera
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