CINE – CATALUNYA – CRÓNICA
La X edición de los Premis Gaudí, una producción de la Acadèmia del Cinema Català, la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) y El Terrat, premió este domingo las mejores películas, artistas y técnicos del 2017 en 22 categorías. El Auditori del Fòrum – CCIB de Barcelona recibió de nuevo a productores, directores, artistas, autoridades, prensa e invitados, todos preparados para una gala que, inevitablemente, se vio marcada por el clima político y social que se vive en Catalunya, a la par que por el movimiento #MeToo -traducido en la alfombra roja del evento y representado bajo el lema #LesDonesSomAqui- el cual sigue expandiéndose para continuar la lucha por la igualdad de la mujer y actuar contra el acoso.
Este año la ceremonia contaba con Lluís Danés en la dirección y El Terrat en la producción. El actor David Verdaguer, doblemente nominado y finalmente ganador del Gaudí a Mejor protagonista masculino por Tierra Firme de Carles Marquès-Marcet, fue el encargado de presentar la gala. En su monólogo inicial soltó varios comentarios y guiños sobre los presos políticos catalanes y los ex-miembros del Govern que siguen en el exilio. «Veo a muchas autoridades por aquí, pero también hay otras que seguro quisieran estar sentadas en aquí hoy», decía señalando las butacas vacías de Puigdemont, Junqueras y el conseller de Cultura, decoradas con el ya inconfundible lazo amarillo.
Así mismo, Verdaguer también habló del recorrido del cine catalán y se pronunció acerca del feminismo. Empezó a jugar una partida de dardos que apuntaban a diana. Una partida con claras referencias de apoyo a la independencia y a la conservación de la cultura catalana a la que muchos de los nominados, entregadores y homenajeados no dudaron en unirse.
La sala estaba ambientada en un bosque mágico, un lugar donde se pretendía mostrar y sentir la capacidad que tiene el cine de hacernos soñar. Todos sabemos que el humor es necesario para animar este tipo de galas que siempre se alargan; y ésta vez, por suerte, reinaron los gags inteligentes. Las bromas no fueron tan descabelladas como ocurrió cuando Rossy de Palma o Bruno Oro presentaron ediciones anteriores. y el sentido del ridículo quedó guardado en el cajón. Los Premis Gaudi 2018 destacaron y se van a recordar por ser más sencillos, más serios, más reivindicativos y más sensibles que nunca. Eso sí, sin intenciones de abandonar el optimismo de cara al futuro tan complejo e incierto que se acerca. Buen trabajo de Verdaguer como maestro de ceremonias.
Isona Passola, directora de la Acadèmia del Cinema Català, es quien disparó vocablos de forma más sincera. Lo dejó muy claro, tan solo quería hacer dos demandas al gobierno central: Por un lado crear una nueva tasa para ayudar al sector audiovisual y salvar el cine catalán y, por otro lado, quitar la multa retroactiva a TV3 porque afecta al cine pero sobre todo hace que la televisión esté amenazada y no sea posible producir más ficción. «Viva el cine catalán. Y como el cine es libertad. Hoy más que nunca viva la libertad», manifestó para concluir su discurso.
Otra de las intervenciones más tajantes y directas fue la de Mercedes Sampietro, veterana actriz que recibió el Gaudí de Honor. «Pacten, negocien y hagan política en mayúscula. Dejen a los actores la puesta en escena, la ficción, la épica y la emoción, que es lo que mejor sabemos hacer», dijo delante de todos. No podía definirlo de mejor manera. «»La sociedad tiene que exigir una educación basada en el respeto y la igualdad de los derechos de las mujeres», manifestaba. Para recuperar el tono esperanzador, terminó lanzando un mensaje a los nuevos talentos, animándoles a no dejar de crear (ni de creer, obviamente).
Si nos centramos en el palmarés vemos que, de entre todas las películas elegidas por los académicos, Incerta glòria de Agustí Vilallonga y Estiu 1993 de Carla Simón fueron las dos vencedoras de la noche. La primera se llevó 8 estatuillas de las 16 a las que optaba y la segunda cinta 5 de 14,
Cada vez que Carla Simón subía al escenario lo hacía con mayor emoción. La novel directora está arrasando con su ópera prima y ya solo le queda un peldaño para llevarse a casa alguno de los Goya a los que está nominada la cinta. En sus discursos tuvo buenas palabras para todos. El premio a Mejor Guion lo dedicó a su madre «porque es la protagonista del mejor guion que podría haber escrito». Con el Gaudí a Mejor dirección quiso agradecer la labor de las familias de acogida y al recoger el «premio gordo», nombró a Mireia Juárez afirmando que «la dirección de casting debería tener una categoría, igual que los héroes anónimos que participan en el proceso de una película como Estiu 1993«.
Ella también dedicó parte de la victoria a la pequeña Laia Artigues, nominada a mejor actriz protagonista a sus 9 años de edad: y Bruna Cusí, ganadora en la categoría de Mejor actriz secundaria por su papel en dicha película, explicó lo afortunada que se siente y quiso compartirlo con el resto de actrices. «Se merecen tener la misma suerte que yo», decía en referencia a su corta e intensa trayectoria.
Por el contrario, los premios a Mejor actor de reparto y Mejor actriz protagonista fueron a parar a Incerta Glòria. Concretamente, a Oriol Pla y a Núria Prims. El actor aprovechó su minuto encima del escenario para agradecer el apoyo de la familia y a los amigos; y recalcó la importancia de mantener viva la cultura: «Gracias a mi escuela primaria por enseñarnos danza, teatro y música a la vez que ciencia y matemáticas». La película basada en la novel·la de Joan Sales se hizo con varios premios dentro del apartado técnico y artístico entre los cuales destacan Mejor Fotografía y Mejor Vestuario.
El estreno de la categoría del Premio Especial del Púbico fue muy aclamado y esperado. La Llamada de Javier Calvo y Javier Ambrossi resultó el film más votado por los espectadores y, como consiguiente, el ganador. «¡Que elija el público es importante porque son los que ven las películas!» Se mostraron eternamente agradecidos a «los llamaders», ese ejercito de seguidores a los que la película, de un modo u otro les ha cambiado la vida.
Y hablando de contenido musical como lo es La Llamada, desde aquí queremos aplaudir a Elena Gadel, Beth Rodergas, Lidia Pujol, el Cor de Nens dels Amics de la Unió de Granollers y a Iván Labanda. Cada una de sus actuaciones -con músicos en directo- tuvo un trasfondo realista y conmovedor sobre la dura situación actual. Sin embargo, dulzura de sus voces permitió canalizar bien las emociones.
La celebración de los Premis Gaudí peligra, pero entre todos podemos lograr que sigan en pie. Entre unos y otros ya se hicieron responsables de que a nadie le quepa duda de que, hagan lo que hagan desde arriba, es decir, pase lo que pase, el cine producido en Catalunya tiene alas y, en cambio, no tiene frenos.
La librería de Isabel Coixet o el documental La Chana también tuvieron su reconocimiento. La suerte no jugó a favor de Júlia Ist, Abracadabra ni Brava. Para enterarte de todos los ganadores consulta el palmarés completo de los X Premis Gaudí
Texto y fotos: Gemma Ribera
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