CINE – ESPAÑA – CRÍTICA
Para cualquier ser humano es dificil superar los 30 años de edad, ya que supone cruzar una barrera y entrar en crisis. La juventud se aleja y es inevitable pensar en el amor duradero y en un trabajo estable, pero para la mujer hay un factor extra que aun lo hace más complicado: el deseo de ser madre. La directora y guionista Clara Martínez-Lázaro plantea en Hacerse mayor y otros problemas como afrontar las decisiones vitales que llegan en esa etapa de la vida. Es una comedia facilona creada especialmente por y para mujeres que, tras la presentación en el 21º Festival de Málaga se estrena cines el 27 de abril.
No estoy diciendo que no la puedan ver hombres o un público adolescente o mayor, solo que quizá no comprendan la cinta igual que lo hará una mujer de 30 y tantos, ya que ésta se identificará mucho más. Silvia Alonso encarna a la protagonista y desarrolla el papel de manera tan acertada que su presencia resulta uno de los puntos más atractivos y divertidos de la película. Emma, su personaje, ve como se le hecha el tiempo encima y tiene dudas sobre si seguir el instinto femenino o no, porque a cada paso le influyen condicionamientos culturales y sociales.
Se dedica a vender muñecas disfrazada de hada pero, sin embargo, no sabe tratar con niños. Les tiene aprecio, sí, pero eso no basta si quiere convertirse en madre. Poco a poco va conociendo personajes que le hacen cambiar de opinión para ayudarla a mejorar la forma de ser (y de hacer). Martinez-Lázaro expone en pantalla cuestiones actuales que preocupan a todo el mundo como las técnicas para ligar estilo Tinder, la homosexualidad o la maternidad, y lo hace abiertamente, con picarda y sin ningún miedo al qué dirán.
La veteranía de Bárbara Goenaga y de María Esteve se nota en las diferentes escenas. Las dos actúan de manera resolutiva y acompañan a la protagonista en su propia montaña rusa de emociones y conflictos internos. Para dar frescura a la trama están los sketch de Vito Sanz y Francesco Carril, aunque la comedia no seria igual sin las colaboraciones especiales de Javivi Gil Valle, Usun Yoon, Antonio Resines y Verónica Forqué. Apariciones estelares.
Hacia la mitad del film, la inclusión de algunas elipsis descaradas hace que el espectador se despiste de la narración. Es curioso porque además -y esto desde el principio-, la luminosidad de las imágenes puede recordar a las telenovelas de hace años, o también a los cuentos o series infantiles. Es fácil detectar que hay excesiva claridad en exteriores, colores en la ropa y en las habitaciones, escenarios de interior aparentemente reales que se distingue desde lejos que son un montaje… técnicamente el metraje no se ve muy natural, pero no pasa nada. Por suerte, el arco de personajes da el vitalismo necesario para que, en conjunto, Hacerse mayor y otros problemas sea entretenida, amena y permita pasar un rato agradable.
- ¿Por qué verla?
La crisis económica es un inconveniente a la hora de encontrar la anhelada estabilidad. Pero no el único. Hay varios factores que provocan que el amor, las amistades y la familia tambaleen. La treintena debería ser sinónimo de madurez, pero todo depende. La historia que cuenta la directora es sencilla y humilde. El guion contiene humor inteligente con el que consigue sacar sonrisas al espectador. Sin exageraciones. Según lo visto, la voluntad de la película es no sufrir y ser capaz de escoger el tipo de vida que más te satisfaga. Emma dialoga sobre eso mismo con su tía: «Una cosa es la vida que tienes. Otra, la vida que los demás creen que tienes. Y otra muy distinta, la vida que te gustaría tener».
Valoración: ✮
Texto y fotos: Gemma Ribera
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Aquí el trailer:
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