MÚSICA – ESPAÑA – CRÓNICA
Fito & Fitipaldis arrancó hace semanas la gira con motivo de su 20 aniversario y, para celebrarlo a lo grande, anoche ofrecieron un concierto en el Palau Sant Jordi de Barcelona, pero hoy repiten. El grupo bilbaíno había programado un número de fechas de acuerdo con el nombre del tour: 20 años, 20 ciudades, aunque finalmente han ampliado hasta 25 por los dobletes que han surgido, como es el caso del de la capital catalana. No hay disco nuevo que promocionar. Sólo música, buen rollo y la avidez por mantener en pie varios recuerdos y hits del pasado.
Rondaba el año 1998 cuando Platero y tú daba sus últimos pasos y mudaba de piel. Fito & Fitipaldis nació entonces, con Fito Cabrales empeñado en hacer algo nuevo con gente nueva, pero sin dejar que la sangre absorbiese la gran cantidad de rock ‘n’ roll que circulaba por sus venas. Siempre se ha rodeado de grandes músicos que han aportado una sonoridad única s sus canciones, pero para él no pasan los años, y, por lo visto, para su música tampoco.
La noche del viernes, con un Palau Sant Jordi lleno, la abrieron Fetén Fetén, dúo que ejerció de telonero para la ocasión tocando música «celta» con objetos cotidianos -por ejemplo una escoba o una cuchara-. Pasaban unos minutos de las 22:30h cuando Fito saltó al escenario y comenzaron los primeros acordes de Siempre estoy soñando, el tema de apertura. Versionaron a Los Secretos con Quiero beber hasta perder el control y se desató la euforia. Los móviles no tardaron en encenderse para inmortalizarlo todo. Prosiguieron con Un buen castigo, Whisky barato y de ahí pasaron a tocar algunos clásicos como Por la boca vive el pez, Donde todo empieza o Me equivocaría otra vez.
De oca a oca y tiro porque me toca. Sus éxitos resonaban a máxima potencia con el saxofón, las guitarras y el resto de instrumentos acompañando al vocalista. Se creó una auténtica fiesta de cumpleaños con miles de invitados esperando pasarlo bien. El público cantó con fuerza Todo a cien, La casa por el tejado, Antes de que cuente diez, Tarde o temprano o Entre la espada y la pared. Uno de los momentos más emotivos fue cuando rescató Rojitas las orejas y lo tocó en acústico, igual que cuando en la recta final llegó el turno de Soldadito marinero, una de las canciones más esperadas, cantada al unisono por un Palau casi lleno. Después se fueron viniendo arriba con los aplausos porque resucitaron canciones de la época Platero, véase Entre dos mares.
Fetén Fetén volvieron al escenario para cantar Te espero aquí, un tema del disco Cantables de los burgaleses, pero no fueron los únicos con los que colaboraron. En cada ciudad invitan a artistas y amigos locales, y en Barcelona compartieron un momento con Amparanoia al ritmo de Ya no queda nada entre tú y yo, y justo después vimos al Macaco más rockero cantando con ellos Viene y va. La puesta en escena no decepcionó a los asistentes: Un cartel luminoso detrás con el nombre de la banda que iba cambiando de color, los músicos repartidos de forma equitativa por la plataforma y mucha ambientación.
«Qué te voy a decir, si yo acabo de llegar», cantaba Fito al marcharse. Porque sí, con Acabo de llegar demostró que el resultado de ésta Fitografía en la que llevan meses inmersos da a entender que están igual de fuertes, valientes y guerreros que hace dos décadas -que se dice pronto-. Y lo mejor es que cumplen con creces el que consideran que es su mayor propósito, levantar el ánimo a cualquiera. La segunda de las dos citas en el Sant Jordi tiene las entradas agotadas. ¡Y es que hay mucha gente que cree en Fito!
Texto y fotos: Gemma Ribera
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