GASTRONOMÍA – BARCELONA – RESTAURANTE
La hamburguesería del chef Alain Guiard no es convencional sino que se define como gourmet. El Santa Burg es un templo de la carne. Nacido en 2011 en el barrio de Sants, En 2015 el equipo amplió fronteras hacia el Eixample barcelonés, abriéndose paso entre las calles Valencia y Pau Claris. Diseñado especialmente para los amantes de la vaca vieja dry aged o de un buen costillar de cerdo elaborado tanto a partir de nuevas como de tradicionales técnicas de cocción, su filosofía evoca a una auténtica ‘steakhouse’. La diferencia del segundo local respecto al primero es que en lugar de funcionar como una copia del original incluye en su carta platos más sofisticados, enfocados desde la perspectiva de cocina de autor.
Guiard fue campeón Mundial de Catering 2013. Eso demuestra que sabe lo que hace y que lo hace con pasión. La cocina del Santa Burg Eixample actualmente abre sin interrupciones hasta las 3 de la madrugada. De martes a sábado. Así pues, no hay excusa para tomarse un tiempo de descanso y apropiarse de la carta.
Al entrar al local -un poco escondido, por cierto- vemos que está repleto de mesas anchas y de butacas cómodas que invitan a degustar una rica hamburguesa o a beber un flamante cocktail bajo una tenue luz que hace aún más acogedor el comedor. Es pequeño y estrecho y tiene la barra al fondo, con las paredes llenas de frases motivadoras. Pero no nos engañemos: lo más importante una vez dentro es ¿Qué comer?. El concepto que plantea el chef le ha permitido renovar la imagen y crear platos con personalidad propia. La oferta gastronómica acepta todos los gustos. Si bien su ingrediente estrella es la vaca vieja (prohibido llamarle ternera), disponen en el menú de una selección de entrantes; burgers de pollo; opciones vegetarianas y recomendaciones fuera de carta.
Hasta ahora no había comido allí, pero creo que la primera visita no será la última. Partiendo de la base de que las piezas de vacuno son de gran calidad, si a éstas les aplican un proceso de maduración previa con un tiempo mayor que el habitual (Maduración seca, el mencionado Dry Aged) el resultado es una hamburguesa muy tierna con alta concentración en el sabor de la carne. Cuentan además con un extra, el denoninado Tendon Light, creado para que la burger contenga las mejores partes del animal y menos grasas. Acompañadas con las patatas deluxe en dos salsas, sus carnes son todavía más exquisitas.
Los platos marcan un cruzamiento de culturas. A parte de delicias estadounidenses, encontramos nachos y tacos típicos de América del Sur, así como una ensalada de burrata italiana. En nuestra cena nos prepararon raciones reducidas para probar un poco de todo. Comenzamos con el guacamole, los fingers de pollo marinados con limón y el mini tartar roll con huevo trufado. Éste último fue sin duda el entrante favorito desde que ojeamos la carta y nos encantó.
De segundo, la Santa Maraia -burger de roast beef con cheddar, compota de manzana, rúcula y salsa friseé servida en pan de cristal- y una de las burgers especiales con el Tandon Light que sobre todo nos sorprendió por la textura. De postre nos sirvieron un tiramisú bastante logrado y cremoso y antes de marchar nos decantamos por un «momento cocktail» a base de ron, sirope de anacardos, lima y licor de naranja. Salimos encantados con la atención y la calidad de los productos. Un lugar ideal para ir con amigos.
- Tipo de cocina: Americana. Internacional. Fast food.
- Precio: €€€
- Dirección: Calle Valencia, 273. 08007. Barcelona
Texto y fotos: Gemma Ribera
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