CINE – ESPAÑA – CRÍTICA
Tras los largos Stockholm (2013) y Que Dios nos perdone (2016), y el remarcable cortometraje Madre (2017), Rodrigo Sorogoyen vuelve a dirigir y a coescribir junto Isabel Peña el guión de El Reino. La película tiene, en sus dos horas de duración, los ingredientes necesarios para convertirse en un clásico del thriller español. Todo funciona a la perfección en este ‘thriller’ político. Con esta película Sorogoyen se corona como lo que es: un maestro del poderío visual y un increíble creador de adrenalina en pantalla.
Para quién aun no sepa por dónde van los tiros: Manuel (Antonio de la Torre) es un influyente vicesecretario autonómico que lo tiene todo a favor para dar el salto a la política nacional. De pronto se filtran unas declaraciones que le involucran de forma directa en una trama de corrupción de su partido, y ve cómo su perfecta vida se desmorona a pasos agigantados. Pero lo peor solo acaba de empezar. Su amigo Paco (Nacho Fresneda), también integrante del partido e implicado en el caso, sale indemne; en cambio Manuel es expulsado y señalado por la opinión pública. Traicionado por aquellos en los que más confiaba, Manuel decide que hará todo lo posible por destapar la maquinaria de corrupción que su partido lleva engranando desde hace años con el fin de no caer solo.
El Reino es un demoledor y mordaz retrato de la clase política española actual. La película nos deja adentrarnos en la trastienda política y en la vida privada de los que manejan los hilos del poder. Durante ciento treinta minutos podemos ver todo aquello a lo que los ciudadanos no tienen acceso en su día a día. Y es que la política, aunque haya a quien no le interese, nos concierne a todos, y en este caso, hay una llamada de responsabilidad sobre cómo somos y quien está a nuestro mando.
Para interpretar a su personaje, Antonio de la Torre se reunió con diferentes personas del mundo político, e incluso personas que están actualmente en proceso de juicio o imputadas. A pesar de que su personaje (al igual que el partido al que pertenece) es ficción y no pretende retratar a ninguna persona real, De la Torre es increíblemente convincente y arrollador en su papel de principio a fin. Gracias al maravilloso guion, y al pulso de oro del director a la hora de dirigir, Sorogoyen consigue que suframos por Manuel, que empaticemos con él y que queramos que se salve a pesar de ser “el malo” de la historia.
He aquí lo más interesante y remarcable de la película: el cara a cara que nos plantea entre de Manuel y la periodista Amaia Marín (brillantemente interpretada por la estupenda Bárbara Lennie). Aparentemente lo que la lógica nos dictaría es que estuviésemos del lado de la periodista que intenta desenmascarar a los corruptos, pero nos encontramos en un tremendo dilema moral cuando en su duelo final nos damos cuenta de que estamos ante un juego de espejos en el que no sabemos con quién queremos ir.
- ¿Por qué verla?
La corrupción en España está al orden del día, y El Reino es la película que mejor ha conseguido retratarla hasta el momento. El film está plagado de momentos memorables, tiene un ritmo vertiginoso, la banda sonora es inmejorable y el elenco de actores es excepcional. Nos hará removernos y sentirnos incómodos en nuestras butacas, y solo por eso ya vale la pena; perdérsela sería un crimen.
Valoración: ✮✮✮✮✮
Texto: Alba Pascual
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Aquí el trailer: