TEATRO – BARCELONA – CRÍTICA
La carismática actriz Mónica Pérez es la autora de DU-DUÀ, un espectáculo en catalán que rinde homenaje al estilo musical Doo wop, esa mezcla de Rhythm & Blues y góspel que popularizaron grupos como The Platters o The Crests y que en poco tiempo recibió el sobrenombre de Du-du-à (sí, tipo onomatopeya). Òscar Orbezo dirige a Carles Torcao, Fran Devesa, Llorenç Fernández Conde y Joan Carles Capdevila en este alocado concierto donde los cuatro intérpretes versionan Mr. Sandman, Lama Rama Ding Dong y unas cuantas canciones más a la vez que nos hablan, en tono de comedia, sobre el amor y el desamor.
El personaje principal es Elisabeth Matters, alias Bed. Esta mujer, después de una larga búsqueda, consigue encontrar al grupo de cantantes perfecto para protagonizar un nuevo anuncio de Mattress & Pillow, la casa de camas donde trabaja. Es entonces cuando aaprece DooWop Club, un cuarteto de artistas enamorados del Doo-wop, dispuestos a transmitir sus emociones a todo el mundo en forma de canción y honestas declaraciones. Las historietas que se presentan no son solo cuatro. Parecen una pero en realidad son cinco, y todas están entrelazadas por ese género musical americano, surgido en las calles, con el que tantos adolescentes festejaban por allá por los años 50 y 60.
Joan Carles Capdevila es profesor vocal de la Academia de Operación Triunfo desde la primera edición. Llorenç Fernandez además de ser el cantante de la orquesta Maravilla y «La Chata», ha colaborado durante años con Xavier Cugat en la grabación de sus discos. Fran Devesa es vocalista y ha formado parte de los coros de OT y del “Rey Leon 3”. Carlos Torregrosa ha sido el responsable de adaptar las canciones al catalán, pero ha logrado mantener el significado básico de su contenido original en inglés.
Sus personajes en la obra son Johnny Headhall, Lawrence Miller, Franky Pie y Charly Castle en ese orden. Todos están enamorados de Bed. He aquí el kit de la cuestión; el secreto inconfesable que les trae de cabeza y que enreda el argumento escrito por Pérez. Es por este motivo que el show se define como una comedia musical. La puesta en escena es sencilla, pero no queda pobre.
Las cuatro armonías vocales combinan con una serie de ritmos muy “cheek to cheek” que se juntan en más de un estribillo. Y entran en juego elementos de atrezzo que disfrazan las distintas situaciones que nos presentan a lo largo de sus historias personales y como grupo. En El Molino de Barcelona el público también está invitado a cantar, claro.
- ¿Por qué verla?
Quizá no convenza a todo el mundo porque el Doo-wop es un género muy particular, pero nadie puede dudar de que la propuesta es original y diferente a lo que solemos ver. Entrar a El Molino ya es una razón para ver la obra, pero cuando uno piensa que en realidad no es una obra sino que es un show de música en vivo en clave de humor, la cosa mejora. Las actuaciones, además, son muy espontáneas y divertidas. En cartel los viernes y los sábados hasta el 1 de diciembre. Información y entradas.
Valoración: ✮✮✮
Texto: Gemma Ribera
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