TEATRO – BARCELONA – CRÍTICA
El pasado 1 de abril, José Sacristán debutó en el Teatre Romea de Barcelona con Señora de rojo sobre fondo gris, una adaptación de la novela de Miguel Delibes en forma de monólogo, el primero para el actor y dramaturgo. La obra se estrenó el 18 de noviembre y aunque en la Ciudad Condal está poco más de un mes en cartel, la acogida sigue siendo muy buena, pero es que no es para menos. El propio Sacristán firma la adaptación junto a Inés Camiña y José Sámano, el director.
El personaje de Nicolás representa al propio Delibes, mientras que su esposa, Ángeles de Castro, aparece en la obra bajo el nombre de Ana, pero solo oímos su voz, a cargo de Mercedes Sampietro. La escenografía, simple e intimista, nos muestra al protagonista en un taller de pintor. Lleva toda una vida dedicada al arte, buscando expresarse a través de los cuadros. Sin embargo, ahora la pérdida de su mujer le ha robado su espíritu creativo y solo se rodea de tonos grises y de un juego de luces que de vez en cuando le iluminan el rostro cuando el relato cobra mayor intensidad. Sacristán desarrolla un discurso centrado en el recuerdo de la figura y el corazón de la mujer a la que el artista tanto ha amado.
La voz pausada y la gestualidad de Sacristán hacen que el espectador se crea lo que va contando. En momentos puntuales la emotividad del guion causa el efecto deseado gracias a una interpretación para nada artificial. Se nota que ha interiorizado la sensibilidad y el trato que el texto requería. Eso sí, por seriedad y su dramatismo, es necesario concentrarse y entrar en el mundo de Nicolás para que dichos sentimientos bajen del escenario a tu butaca. En caso contrario puede llegar a resultar una obra monótona e incluso aburrida.
El montaje, de duración relativa, permite que el espectador se vea reflejado en la situación que se nos plantea. Esta versión teatral de la novela está articulada de tal manera que inevitablemente nos recuerda a otra adaptación de Miguel Delibes: las Cinco horas con Mario que Lola Herrera nos regaló durante varias temporadas. Sacristán también está solo en escena y se mete en medio de una crisis personal igual que le ocurría a Herrera. La verdad resurge en plena España de posguerra y pasado y presente se fusionan para estremecer a todo aquél que quiera conectar con la historia.
- ¿Por qué verla?
El propio Sacristán afirma tener dudas sobre si podrá volver a interpretar un papel de estas características en el futuro debido a la complejidad del personaje y a la unión que mantenía con Delibes, así que solo por eso ya vale la pena verla. Se utilizan varios tecnicismos y se describe a fondo una enfermedad, de modo que hay que tener el corazón fuerte para poder enfrentarse a Señora de rojo sobre fondo gris. | Últimas entradas e información
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Texto: Gemma Ribera
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