CINE – ESPAÑA – CRÍTICA
Carlos Martín Ferrera estrena este 17 de mayo El año de la plaga, película basada en la novela homónima de Marc Pastor. La diferencia es que en el libro se pintaba como una historia apocalíptica y en la gran pantalla ha pasado a ser una comedia fantástica, con aires urbanos pero alejada del thriller original.
Víctor (Iván Massagué) ha roto su relación sentimental con irene (Ana Serradilla) y sus amigos y compañeros de trabajo quieren que para superarlo conozca a otra mujer (Miriam Giovanelli). En su mundo todo está bien pero en el de irene las cosas se han torcido. Sus seres queridos se comportan de una manera extraña y apenas le muestran sus emociones, por lo que decide llamar a su expareja para que acuda al rescate. Víctor no entiende nada pero está dispuesto a recuperar a su amor, aunque no será nada fácil.
No es la primera vez que en un relato cinematográfico se incluyen referencias a La invasión de los ultracuerpos (1978), pero es que en este caso la película es casi un plagio. La diferencia es que han hecho el intento de aportar frescura y una dosis más elevada de risas. Y digo intento porque no es que lo consiga firmemente… Menos mal que en el reparto cuentan con Silvia Abril, Brays Efe o Canco Rodríguez, cómicos que protagonizan divertidos momentos. Los protagonistas están un poco desubicados y no transmiten la confianza suficiente para que el espectador se fidelice como seguidor a nivel interpretativo.
La intención de Martín Ferrera como director es clara: explicar en imágenes como una persona es capaz de perder sus emociones y convertirse automáticamente en alguien con una identidad nueva, muy diferente. Si bien el ser humano puede perder los papeles, un espacio físico también puede cambiar afectado por el entorno. De este modo, la película nos muestra a una Barcelona con paisajes que no se suelen ver en la gran pantalla. Rara, oscura. El mérito es del propio creador de la novela, Pastor, que ha participado en la adaptación del guión junto con Miguel Ibáñez Monroy, Ángeles Hernández y David Matamoros.
- ¿Por qué verla?
Relaciones tóxicas, un triángulo amoroso y pocos zombies pero mucho friki. El año de la plaga deambula por la comedia romántica y el cine de terror. Sin embargo ni da miedo ni provoca carcajadas, sino que se queda a medio camino. Incluye muchos guiños a otras famosas cintas del cine de género y alguna que otra broma pasable. El ritmo narrativo es lo que hace que la cinta sea llevadera y fácil de ver.
Valoración: ✮✮
Texto: Gemma Ribera
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Aquí el trailer: