CINE – ESPAÑA – CRÍTICA
Parece un documental pero no lo es. Els dies que vindran (‘Los días que vendrán’) es una ficción montada a partir del proceso de desarrollo de un embarazo real. Maria Rodriguez y David Verdaguer comparten su vida juntos fuera de la pantalla y tienen una química imprescindible para dar sentido al cuarto largometraje de Carles Marqués-Marcet. Mediante tiernas imágenes y un seguido de conversaciones donde la comprensión grita auxilio, la película va desde el conocimiento de la noticia hasta el nacimiento del bebé, pero siempre centrada en el declive emocional que sufre la pareja.
La trilogía de Marques-Marcet sobre los peligros de la convivencia durante el noviazgo y el desamor, la cual incluye 10.000 km (2014) y Tierra firme (2017), se cierra ahora con Els dies que vindran. El actor fetiche del cineasta, David Verdaguer, ha estado presente en las tres partes, y el modelo narrativo también ha coincidido en los tres casos. Es fácil pasar de la alegría a la tragedia cuando el amor cae al vacío, pese a todo el esfuerzo puesto en escalar la montaña hasta llegar a la cima…. o de tal manera lo demuestran los dos personajes protagonistas. De nuevo dos, sí. Y los secundarios no profesionales.
Podríamos decir que Rodríguez y Verdaguer hacen de ellos mismos, aunque se esconden bajo los nombres de Vir y Lluis. El equipo se infiltró en su casa para grabar a partir del cuarto mes de embarazo, pero las reflexiones y los dilemas acerca del significado de convertirse en padres surgen desde el minuto uno, y, de forma voluntaria, se trasladan automáticamente a la cabeza del espectador. Apenas habían tenido tiempo de aprender a ser dos y de repente la familia aumenta. Dudas y cambios. Un relato que sigue al pie de la letra el concepto de “expectativa .vs. realidad”.
La protagonista femenina se refugia mirando cintas VHS de su nacimiento, un recurso audiovisual que el director cogió prestado de la madre de la actriz para discernir el pasado del presente y crear un efecto todavía más realista e intimista que nos haga pensar sobre la importancia del ciclo vital. El guión es sencillo pero no tiene altibajos. Es bastante lineal y permite que el espectador simpatice y entienda todo a la perfección. Si te dejas llevar puedes acabar riendo a la vez que llorando. Los sentimientos se quedan a flor de piel hasta el último primerísimo primer plano, sin duda alguna.
- ¿Por qué verla?
Es prácticamente imposible decir algo negativo de esta cinta. Biznaga de Oro a la Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Actriz en el 22º Festival de Málaga de este año. Es una gran triunfadora a la que creemos le espera un largo recorrido. Pocos cineastas diseccionan las relaciones de pareja como lo hace el director de esta obra maestra. Estreno el 28 de junio.
Valoración: ✮✮✮✮✮
Texto: Gemma Ribera
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Aquí el trailer: