MÚSICA – BARCELONA – CRÓNICA
La gira europea del británico Ed Sheeran pasa una vez más por nuestro país. El 7 de junio actuó en el Estadi Olimpic Lluis Companys y el martes 11 en el Wanda Metropolitano de Madrid. El cantante y compositor pelirrojo es capaz de llenar grandes estadios, que no se diga lo contrario. En 2017 presentó ‘Divide’ en el Palau Sant Jordi, sin embargo, actualmente es ya una estrella y hace tiempo que decidió alargar la gira mudándose a recintos con el triple de aforo. En Barcelona, lleno absoluto, tanto de turistas extranjeros como de gente que llegó desde varios puntos de la península.
El elevado precio de las entradas incluyó poder disfrutar de dos teloneros de lujo: Zara Larsson y James Bay. Artistas internacionales de estilos muy distintos con el mismo fin de animar al público y acercar su música a gente nueva. Por un lado, la cantante sueca nos hizo bailar con sus hits, entre los que se halla el famoso Lush Life, y por otro, el cantautor inglés nos enamoró a todos con Let it go, Hold Back The River y otros temas menos conocidos pero igual de sensibles.
A la llegada del protagonista de la noche, que subió al escenario tranquilamente rodeado de cámaras, solo se veían miles de flashes de los asistentes. Como no podía ser de otra forma, parece que a las nuevas generaciones les cuesta vivir sin retratar absolutamente todo lo que ocurre a su alrededor, y si tienen a su ídolo cerca, es inevitable grabar y fotografiar cada instante que pasa. Abrió el concierto con Castle On The Hill y prosiguió con Eraser y The A Team. Apareció solo en el centro del escenario. Ya estamos acostumbrados a verle con la guitarra y el looper como únicos compañeros de viaje. Instrumento y aparato que combinados con su voz hacen magia. Tampoco le hace falta mucho más porque con su carisma se gana a cualquiera. A simple vista es tímido, pero cuando habla nos hace reír, y cuando canta es capaz de conmover gracias a las letras que él mismo ha escrito.
El artista confesó que la última vez que actuó en Barcelona estaba enfermo y no pudo entregarse al 100% (quizá por eso lo notamos más callado en ese entonces), pero aseguró que ahora quería dejarse la voz y que el público también cantase hasta quedarse afónicos. Y dicho y hecho.
Ed Sheeran es el nuevo David Guetta. Un nuevo DJ del siglo XXI. Un hombre joven, con talento innato y con el poder suficiente para mover y animar a grandes multitudes con una sola orden de repetir un «yeah» entonado o un solo gesto de levantar los brazos. El llamado looper es su mesa de mezclas, con los samples y efectos que crea con los pedales le basta y le sobra.
Espectacular el montaje del escenario. Amplio, alto y dotado de tecnología punta en cuanto a sonido e iluminación. En las pantallas, además de su rostro, se mostraban algunas proyecciones animadas y collages significativos en forma de video para introducir y decorar temas de discos anteriores como Don’t, New Man, Bloodstream o Dive.
De pronto, inesperadamente, sonó lo más nuevo en acústico: I Don’t Care, que en la versión de estudio canta con Justin Bieber. Los gestos de complicidad y de la guitarra marcaban el inicio y el final de una canción tras otra. Enlazó partes de Lego House, Give Me Love o I see Fire y continuó mezclando temas nuevos y antiguos.
Véase Photograph y Galway Girl, una de cal y una de arena. No es que tenga temas muy movidos pero sí que contagia buen rollo. La verdad es que cuando alrededor de 55.000 personas cantan a la vez, impresiona. Eso sucedió con las esperadas Perfect, Shape of You o Thinking Out Loud. «Había tocado antes en Barcelona pero no aquí. Esto impone. Llevo años tocando las mismas canciones pero aquí suenan diferente», se sinceraba el artista.
Pisando nuestro país, tenía que sonar, ni que fuera de manera excepcional, Barcelona. La mejor forma de montar una fiesta por todo lo alto mientras el cielo iba oscureciendo. Y extendió You need me. I don’t need you para crear un final apoteósico de beatbox, instrumentación y tonos bajos y agudos, con la reacción de la gente muy positiva. Ahora toca esperar el lanzamiento de ‘No. 6 collaborations project’, nuevo trabajo que verá la luz el 12 de julio.
Texto y fotos: Gemma Ribera
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