REVIEW: ‘El cartógrafo’ explora el arte de mirar al pasado #Grec2019

TEATRO – BARCELONA – CRÍTICA

“No basta con mirar. Lo más importante es hacer memoria”, Con esta frase no solo estamos de acuerdo por aquí. Blanca Portillo y José Luis García-Pérez la pronuncian como una de las lecciones que da El Cartógrafo, obra que se estrenó hace año y medio y que tras rodar por varios escenarios llega al Teatre Goya de Barcelona dentro del Grec Festival 2019

Juan Mayorga, autor de obras tan preciadas como Don Juan Tenorio -que por cierto contaba con el mismo elenco-, se adentra en este caso en el universo de los mapas, pero no cualquier mapa político o de carreteras, sino que se concentra en explorar los mapas de la memoria de los habitantes del gueto de Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial. 

La obra nos sitúa en la época actual, donde por las calles de la ciudad más grande de Polonia circula la leyenda del cartógrafo. Dicha narración popular dicta que un cartógrafo judío de avanzada edad y escasa movilidad quiso dibujar un mapa para retratar los peligros que corría el mundo entero durante el holocausto. Para hacerlo posible necesitó la ayuda de una niña que salía a buscar los datos y el material necesarios para él. Blanca, protagonista interpretada por Blanca Portillo, se cree la historia y está dispuesta a recuperar ese mapa sin saber que la búsqueda marcará un antes y un después en su vida.

Su marido, interpretado por José Luis García-Pérez, está muy ocupado siendo diplomático de la embajada española y no tiene tiempo para ella, aunque poco a poco descubrirá que debe prestarle más atención si quiere conocer su pasado, su presente y su futuro. Lo que sí que tiene José Luis es tiempo para meterse en la piel de hasta nueve personajes distintos, igual que su compañera no se queda atrás dando vida a tres almas luchadoras. Evidentemente, no resulta sencillo hablar de la muerte y del amor más profundo cuando el nazismo y los campos de concentración forman parte del entorno y el contexto. Es por eso que cabe resaltar la inmejorable interpretación de ambos actores.

Renunciar a una puesta de escena completa y exagerada es una acción arriesgada que en este caso sale bien. Mayorga substituye el retrato de un físico concreto por la gestualidad y utiliza cinta blanca para delimitar un área por donde los mismos protagonistas desplazan mesas y sillas con el fin de crear varios espacios y entrar y salir de cada uno de ellos. Todo el atrezzo y el vestuario es de color rojo, un rojo tan puro y brillante como la sangre que bombea en sus corazones.

Pasar de ser una niña a una anciana en cuestión de minutos y volver a empezar, o crecerse cambiando únicamente la corporalidad -sin modificar, por ejemplo, el vestuario- para poner voz a todo un séquito de hombres de diferente personalidad y hacer entrar al espectador en su imaginario resulta un ejercicio realmente admirable. 

  • ¿Por qué verla?

El público no ve el mapa del gueto en ningún momento pero es capaz de entenderlo todo gracias al brillante trabajo actoral de Blanca Portillo y José Luis García-Pérez. Eso sí, hay que estar atento para no perder el hilo con tantos cambios. El cartógrafo es una historia muy conmovedora que engancha de principio a fín. Los cabos se atan a medida que avanza el relato. La realidad y la ficción se entremezclan igual que la información, para explicar, a fin de cuentas, el motivo por el cual los judíos no se rebelaron ante la exterminación nazi. 

Valoración: ✮✮✮✮✮

Texto: Gemma Ribera

© COMOexplicARTE

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s