CINE – INTERNACIONAL – CRÍTICA
La película de animación El rey león (1994), realizada en ese entonces por Roger Allers y Rob Minkoff, ha vuelto a la gran pantalla con un remake hiperrealista que en este caso firma Jon Favreau, el mismo que hizo sobresalir la naturaleza de El libro de la selva (1967) en 2016. En esta nueva versión de El Rey León el trazo fino se deja atrás y la realidad se dibuja a través de paisajes, gestos, rugidos y movimientos de cámara menos dinámicos pero igual de convincentes.
Se ha reproducido la cinta original de Walt Disney sin apenas variantes, ya que las acciones suceden con el mismo ritmo y en el mismo orden. La diferencia es que ahora los diálogos van por delante de los números musicales, es decir que éstos pierden fuerza y no suenan igual de bien.
La sorpresa mejor guardada a nivel mundial ha sido la participación de Beyoncé poniendo voz a Nala e interpretando ‘Spirit’, una nueva incorporación a la BSO. La pena es que, al menos en el doblaje en español, las voces no terminan de cuadrar con los movimientos de los personajes y se alejan un poco de las que escuchamos en la cinta animada. No tenemos nada en contra de Pedro Tena doblando a Mufasa, pero claro que se echa de menos la particular voz de Constantino Romero… Puestos a decir, las más parecidas tanto al hablar como al cantar son las de Timón y Pumba.
Lo verdaderamente alucinante es el impacto visual que genera la película. Poder comprobar como, con la ayuda de la tecnología computerizada y digital más puntera, es posible cumplir el sueño de crear por fin una True-Life Adventure, esa aventura de la vida real que el equipo de Disney tenía pendiente hacer desde 1953, cuando salió a la luz el documental El desierto viviente.
El Rey León de Favreau se limita a reescribir fotograma a fotograma, pero supera el reto al conservar gags humorísticos, duelos de leones, las canciones etc. De este modo, gracias al guión de Jeff Nathanson, la combinación entre el terror y la comedia resulta tan creíble como lo fue en 1994, y director y escritor logran llegar a la realidad partiendo de una absoluta irrealidad.
Eso sí, la línea entre ficción y realidad está mucho más marcada y por ello, conscientes de que hay que vigilar a la hora de mostrar según qué contenidos que puedan causar molestias a la sociedad, se evita el posado homosexual de Scar o se muestra a las hienas con una actitud más cómica y menos agresiva, tal como ocurre en la versión de teatro musical que triunfa en el mundo entero. Además, han obviado un momentazo entre Simba y Rafiki que no hace falta revelar porque cualquiera que se sepa la película de memoria sabrá identificar la ausencia de dicha escena… Una reproducción no es una reproducción si faltan detalles importantes.
- ¿Por qué verla?
Es cierto que, en esta ocasión, El Rey León abandona ese espíritu shakespeariano tan característico para dar paso a un estilo más heroico, cual blockbuster del siglo XXI, No obstante, la transformación del dibujo a las fieras ”de carne y hueso” -por decirlo de alguna manera- está muy bien conseguida. Las escenas violentas pueden asustar a los niños, pero todo aquél que fuera fanático de la cinta original seguirá siéndolo con esta renovada versión sumamente fiel.
Valoración: ✮✮✮✮
Texto: Gemma Ribera
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Aquí el trailer: