TEATRO – INTERNACIONAL – CRÍTICA
El circo le gana la partida a Messi. Y cuando decimos esto nos referimos a Messi10, la nueva superproducción del Cirque du Soleil en forma de homenaje al futbolista argentino que ha tenido su estreno mundial en el Parc del Fòrum de Barcelona. En este espectáculo de artes circenses se tratan cuestiones como la presión, el abandono de un país y la familia, la adrenalina de marcar un gol decisivo o la fuerza que hay que tener para no rendirse cuando se quiere llegar a lo más alto.
Los extraordinarios artistas de la compañía canadiense brillan con luz propia. El espectáculo está formado por quince números acrobáticos que recrean una serie de momentos críticos y eufóricos de la vida y la trayectoria profesional de Leo Messi, llegando a ser representado incluso como un león dada la comparación con su nombre (¿Algo ridículo?).
En escena vemos hombres y mujeres, todos bastante jóvenes. Antipodistas, funambulistas, contorsionistas, trapecistas y saltimbanquis muestran lo que saben hacer, además de la típica aparición de la figura del payaso -que en esta ocasión actúa como árbitro-. La carpa donde sucede el show es rectangular porque simula un campo de fútbol. Cuenta con dos gradas laterales, lonas, dos túneles -porterías- y un aluvión de focos, pantallas y colores fosforescentes. Sólo falta el césped, que se ha sustituido por una plataforma llena de “agujeros secretos” subterráneos.
El montaje está bien logrado, pero el problema es que al ser todo tan tecnológico, moderno y monotemático, la magia y la finura características de otras grandes producciones del Cirque du Soleil se pierden. No hay un hilo conductor como tal, no hay historia. Si tenemos en cuenta el vestuario -básicamente deportivo con lentejuelas-, la música -épica y al mismo tiempo latina- y los acabados, el nivel en conjunto resulta inferior.
Para obtener una buena receta solo hacen falta buenos ingredientes, de modo que si juntamos una de las estrellas mundiales del deporte con una de las compañías circenses más codiciadas, el éxito está asegurado. No es necesario ser muy avispado para entender el surgimiento y la fórmula que hay detrás de #MessiCirque.
Al entrar dentro de la carpa uno siente como si estuviera en un plató de televisión. El ya mencionado payaso-árbitro hace de animador a la vez que interrumpe algún número con sus bromas facilonas. Y de pronto una grabación de los reconocibles cánticos “¡Messi, Messi!” da inicio a la función. Comienzan a bajar pantallas de grandes dimensiones en el centro del escenario y multitud de artistas salen al terreno de juego.
La idea es alternar números de circo con alusiones al jugador, siendo éstas en su mayoría proyecciones visuales. Sin embargo, la destreza con la que montan y desmontan todos los elementos sin que te des cuenta sigue siendo admirable, y el talento de los artistas también, obviamente.
De entre toda esa fusión de discoteca, videojuego y partido de fútbol, cabe destacar la presencia de una de las artistas equilibristas subida con los brazos en una cuerda estrecha y flexible utilizando objetos como una escalera o una bicicleta; u otro subido a un mástil nada más y nada menos que manejado por un brazo robótico controlado por unos compañeros a través de un joystick. Máxima expectación. El resto de números casi que los dejamos a vuestro juicio.
- ¿Por qué verlo?
Si nunca antes has visto nada del Cirque du Soleil te va a gustar mucho porque impactante lo es. En este culto llamado Messi10 verás el trabajo realizado por los mejores acróbatas del mundo sobre el mejor futbolista del mundo, y sentirás de cerca el esfuerzo y el sacrifico que Leo Messi ha tenido que hacer y soportar a nivel personal y familiar para llegar a la posición actual. Disfruta del show en Barcelona hasta el 4 de enero de 2020.
Valoración: ✮✮✮
Texto: Gemma Ribera
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