MÚSICA – NACIONAL – CRÓNICA
Este lunes por la noche tuvo lugar en el Teatro Real de Madrid la gala de los primeros Premios Odeón, organizados por la industria discográfica española. Un evento hecho a medida para celebrar la nueva era de la industria musical, que según los expertos, viene cargada de nuevos talentos y prosperidad. Retransmitida en directo por RTVE, parece que la cadena pública va cumpliendo su propósito de apoyar la cultura y la música en vivo.
Tras la extinción de los Amigo y de los Premios de la Música, no está mal la idea de crear un nuevo evento para recuperar los galardones anuales dedicados a la música española. El nombre de Odeón hace referencia al origen de la música, ya que así llamaban los griegos al templo en el que se representaban los espectáculos musicales. Lo que ocurre es que las galas de este tipo en nuestro país nunca han brillado precisamente por su audacia, y, o arreglan asuntos como el ritmo, la gracia y la calidad de imagen y sonido, o al final salen perdiendo.
El humorista Quequé inició la gala sorprendiendo con un rap y una base rítmica improvisada por la artista Jhana Beat. Iban a conjunto con el decorado, unos vagones de metro con graffitis diseñados por el artista Suso33, más propios de los noventa y de la escena urbana que del panorama pop actual. ¿Un guiño a los grandes olvidados de la noche? Quizá.
El presentador tuvo que lidiar con las críticas especialmente en redes sociales, porque un micro abierto le jugó una mala pasada a la mitad de la noche. «Yo solo quiero que acabe esto», oyeron todos. No tardó en rectificar diciendo que en realidad se lo estaba pasando muy bien. Sea como fuere, a parte de lentitud, artistas y espectadores tuvimos que aguantar problemas diversos a lo largo de la ceremonia. Se pueden perdonar los fallos técnicos teniendo en cuenta que es la primera edición de estos premios, pero tampoco se puede pasar por alto cuando se supone que está todo muy estudiado y que lo organiza AGEDI con el soporte de RTVE.
Alejandro Sanz fue uno de los artistas más veteranos en hacerse con un premio. Laura Pausini y Pablo López le hicieron entrega del Odeón a El Disco, su Álbum con mayor número de ventas digitales. «Ya era hora que tuviéramos nuestros premios»; reivindicaba justo antes de subir al escenario con el propio Pablo López, Laura Pausini y Pol Granch para interpretar un medley de sus éxitos más recientes.
Rosalía, ausente en la gala, mandó un video de agradecimiento por recibir el premio a Mejor Video por Con Altura de la mano de Eva Amaral y Juan Aguirre. «Hoy en día no se entiende la música sin la imagen»; confesaban con razón Amaral. El premio al Mejor directo (premio elección del público) se lo llevó Manuel Carrasco, quien ya tiene fama por hacer de cada concierto un show grande e inolvidable. Emocionado, el onubense señalaba que para él «es el premio más especial. Gracias al público que hace que esto sea mágico y valga la pena». Seguidamente cantó Dispara lentamente junto a Mon Laferte.
La Mala Rodríguez lleva veinte años en el trono del hip-hop español. Parece que ella acudió en representación de un género menospreciado, y lo curioso es que subió al lado de Alvaro Soler para entregar el premio al Mejor artista revelación a la ex-triunfita Aitana, que por lo visto está formándose en Los Ángeles y se escapó a España para la ocasión. ¿Tiene algún sentido esta mezcla de estilos? Igual no, pero que quede claro Quién manda. Para no desviar la dinámica de la gala, Aitana cantó justo después de recoger su premio. Interpretó Vas a quedarte a dúo con Antonio José.
Otros ausentes por estar de gira fueron Morat, ganadores en la categoría de Mejor artista latino. Y hablando de latino, aprovecharon para invitar a Danny Ocean y así hacer pleno de artistas jóvenes que traspasan fronteras y dejan huella con sus hits bailables. Prueba de ello fue su actuación, cantando Swing (con Alba Reche) y Me rehúso. Más que música española deberían referirse a la música en español, pero vaya, ¡que viva la unidad de los artistas!
Uno de los momentos más destacables de los primeros Odeón fue el homenaje a José Luis Perales. Luis Cobos y Edurne le entregaron el Premio Odeón de Honor, para luego dedicarle un medley. Andrés Suárez y Alex Ubago cantaron Y cómo es él; mientras que David Rees y Natalia Lacunza cantaron Por qué te vas, y Shuarma y Georgina cantaron Te quiero. El resultado del conjunto fue una larga ovación.
Alaska y Camela entregaron el premio al Mejor artista masculino a Beret. Una sorpresa para todos los presentes teniendo en cuenta que, alguien que no puede vivir si efectos de reverberación y autotune compartía nominación con Sergio Dalma, Alejandro Sanz, Antonio José y Manuel Carrasco. No obstante, ya era hora de que escogieran a Camela como presentadores, pues el grupo de techno-rumba nunca ha obtenido un premio por parte de la indústria pese a su extensa y exitosa trayectoria.
Beret lo tenía claro: «el regalo de verdad es toda esa gente que me ha apoyado a llevarme este premio». Cantó Vuelve y Lo siento acompañado de Sebastián Yatra. El premio a Mejor artista femenina se lo llevó Vanesa Martin, a quien le dieron un micro silenciado y tuvo que esperar unos minutos. Sigamos sumando fallos de sonido. Como de costumbre, defendió la postura feminista: «Estoy orgullosa que cada vez encontremos más equilibrio entre nosotras y ellos». Carlos Rivera le acompañó en su actuación y juntos interpretaron en directo De tus ojos.
Paco León y Tomasito señalaron que el Mejor álbum de flamenco era para Tomatito y José Mercé. «Es una alegría que el flamenco esté en estos Premios Odeón porque nos teníais un poquito olvidados», manifestaban. A ellos se les unió Pablo Alborán para cantar Tu frialdad, de Triana. El humor andaluz ya sabemos como es, alegre y chistoso; pero que Ariel Rot y Mikel Erentxun hicieran broma un tanto clasista sobre los orígenes obreros de Estopa antes de entregarles el premio al Mejor grupo del año, sobra. Ni pizca de gracia.
Y por si no hubiera habido ya suficientes errores y silencios incómodos, al turno de que Estopa e India Martinez cantaran Fuego, tardaron bastante a encender el micro de la cantante. «Son cosas del directo”, decía intentando salir del apuro a salvo. Para finalizar, Andrés Ceballos de Dvicio y Nathy Peluso otorgaron el premio a la Mejor canción del año a Don Patricio y Cruz Cafuné por Contando Lunares, tema que Don Patricio cantó con su querida Lola Indigo, con un pequeño homenaje al grupo Orishas incluido.
Un último apunte a modo de consejo desde el punto de vista de una comunicadora cultural fiel a la música de nuestro país: Estaría bien que los cantantes seleccionados para entregar premios aprendan a hablar en público e improvisar bien igual que cantan. Los chicos de OT son la sensación del momento y los ídolos del público más juvenil, pero invitar y nominar a media plantilla… ¿De verdad no hay más?. En resumen: Dos horas de gala bien administradas pero con escaso nivel tanto de organización como de realización. Si se quiere llamar a los Premios Odeón “los Goya de la música”, hay mucho que mejorar.
Texto: Gemma Ribera
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