GASTRONOMÍA – BARCELONA – PANADERÍA
El Forn La Cantonada puede presumir de ser panadería y pastelería artesanal con un obrador propio donde a diario se elaboran la bollería y el pan. Un tres en uno que le hace ser un negocio único. El local está ubicado en el distrito de Sant Martí de Barcelona. Es verdad que en la Ciudad Condal la oferta es muy amplia en cuanto a lugares donde venden pan, pastas y tartas, pero éste sitio tiene un valor diferencial: es artesanal y creativo a partes iguales.
Carlos García, maestro pastelero y actual propietario de La Cantonada desde 2017, estudió periodismo y se formó en la escuela de hostelería Hoffman, aunque siempre ha estado ligado al negocio familiar, pues su padre cuenta con un pequeño obrador histórico en Martorell (Baix Llobregat) y el interés por la pastelería artesana y tradicional le corre por las venas desde que era un niño.
Él mismo nos atendió y nos enseñó la parte trasera del local. Lo que el cliente ve es un espacio reducido, que obviamente hace esquina y ocupa todo el chaflán, pero a puerta cerrada está el obrador, y allí es donde realmente surge la magia. ¿Hay muchas máquinas? Las justas. “No tenemos divisora ni tren de laboreo ni tampoco formadora. Tan solo un par de hornos, una máquina para el chocolate y una amasadora”, nos aseguraba. Cuenta con dos horneros, un pastry chef y un ayudante, pero todo el equipo sabe que en La Cantonada se trabaja centrándose en amasar, fermentar, dejar reposar el tiempo que sea necesario y cocer.
Es obvio que hay productos más caros porque utilizan varios tipos de harina diferentes y otros ingredientes más exclusivos y de mayor coste, pero también disponen de pan más simple e igualmente natural, sin maquinaria ni aditivos. Este es el valor añadido que le dan a lo que hacen, y nosotros, tras probarlo, podemos dar fe de que su propuesta gastronómica es cero por ciento industrial.
En las vitrinas del local podemos observar los clásicos dulces de una pastelería de barrio de toda la vida como por ejemplo croissants de mantequilla, mantecados o magdalenas. Si miramos detalladamente, vemos que éstos comparten lugar con repostería a la cual se la ha dado una vuelta para conseguir que sea más original. Dentro de lo moderno, han inventado “trampantojos”, una serie de embutidos dulces que llaman la atención a los clientes -como el fuet de chocolate con almendras o el queso de cacahuete y sal-; y una serie de croissants muy, pero que muy tentadores, como sus TOP ventas de tiramisú, y de cheesecake o los de castaña o de carrot cake, de receta propia.
“A mi no me gusta estancarme. Antes quizá compraba más cosas, ahora procuro que cada año haya novedades y que la mayoría de los productos sean nuestros”. Se refiere a la existencia de una marca de bombones de almendra que se disipa en el escaparate… claro que se trata de ir mejorando con el tiempo, pero también es complicado abarcarlo todo. “Nuestra filosofía puede definirse con dos palabras: Tradición y vanguardia”, indicaba señalando la nevera llena de apetitosas tartas.
Los clientes y las clientas que busquen una tarta massini o un brazo de gitano relleno de crema o de nata lo podrán encontrar allí, pero su deseo es ampliar el público destinatario y atraer a jóvenes que se atrevan a salir de su zona de confort para probar cosas distintas. Alrededor de un 15% de sus clientes son turistas, así que hay cabida para todos los que pasen a mirar. Cada semana tienen variedades de croissants, tartas y pan disponibles en función de los ingredientes, la demanda y las festividades.
Las personas interesadas en algún producto en concreto pueden hacer un encargo. “Estamos dispuestos a conocer nuevas sugerencias, queremos satisfacer al cliente y ofrecerle lo que espera encontrar”. En La Cantonada no hay espacio para los prejuicios, prefieren renovar los clásicos. No disponen de cafetería para sentarse y eso estaría bien tenerlo, pero por lo visto tampoco es algo que les preocupe porque prefieren permanecer como boutique y no entrar en el caótico mundo de la restauración.
- Tipo de cocina: Panadería y pastelería para llevar
- Precio: €
- Dirección: Carrer del Dos de Maig, 314, 08025 Barcelona
Texto: Gemma Ribera
Fotos: Jordi Ferré
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