CINE – NACIONAL – CRÓNICA
La precariedad económica no impide hacer buen cine en Catalunya. Desde que Isona Passola preside la Academia del Cinema Català, el discurso en los Premis Gaudí siempre es el mismo: Un grito de auxilio para aumentar los presupuestos asignados a la cultura y un canto a la defensa de la creatividad que permite que producciones catalanas obtengan buenos resultados en taquilla. La situación política puede afectar, pero que no se quejen del bilingüismo. Este año, en la duodécima edición de los premios, ganaron La hija de un ladrón y Els dies que vindran, dos películas que combinan el catalán y el castellano sin causar ningún tipo de problema ni rechazo.
El cine es un lenguaje universal, una manera de compartir historias entre todo tipo de público. Tanto es así que, la mayor sorpresa de los XII Premis Gaudí fue la entrega del el premio al Mejor actor protagonista a Karra Elejalde, actor vasco que participa en el último film de Alejandro Amenábar, Mientras dure la guerra. Quizá se esperaba que David Verdaguer ganara dicho premio por su papel de futuro padre en Els dies que vindran, pero no importa, pues su compañera de vida María Rodriguez Soto se alzó con el Gaudí a Mejor actriz protagonista, sumando a la cinta de Carlos Marques-Marcet los premios a Mejor montaje y a la Mejor película catalana del año.
El retrato social sin escrúpulos sobre la paternidad dirigido por Belén Funes, siendo su primer largometraje, tampoco pasó desapercibido. La hija de un ladrón se impuso en la categoría de Mejor película en lengua no catalana -aunque incluye diálogos en esa lengua cuando lo requiere el relato- y obtuvo también el Gaudí al Mejor Guión, escrito por la propia Belén Funes y Marcçal Cebrián.
La Acadèmia del Cinema Català i la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) fueron muy generosos en estos XII Premis Gaudí. Prácticamente ninguna película se fue de vacío a casa. En referencia a los papeles secundarios en el cine, Laia Marull se llevó el Gaudí a la mejor actriz de reparto por La innocència, la aplaudida ópera prima de Lucía Alemany, mientras que Enric Auquer se hizo con el Gaudí a mejor actor de reparto por Quien a hierro mata, confirmando así ser uno de los actores revelación del momento, nominación que puede ganar en los Goya.
Y prosiguiendo con otros titulos, la Mejor música original fue para Pau Vallvé (La vida sense la Sara Amat), los Mejores efectos especiales para El Hoyo; y O que arde hizo doblete con Mejor película europea y Mejor fotografía, al igual que Liberté lo hizo con Mejor vestuario y Mejor maquillaje y peluquería. Dolor y Gloria de Almodóvar, también nominada, obtuvo Mejor sonido; y la mejor dirección artística fue a parar al equipo de Elisa y Marcela.
Como ya es costumbre, uno de los momentos más emotivos de la noche llegó al turno de entregar el Premi Gaudí d’Honor-Miquel Porter 2020 al cineasta leridano Francesc Betriu, que lo recibió en manos del actor Lluís Homar. Dedicó el galardón a todos los profesionales que hay detrás de un rodaje, véase ayudantes de dirección, producción, etc que no puede optar a premios de este prestigio, así como también quiso recordar esa «generación de cineastas que empezó en el oficio en condiciones muy difíciles» durante la censura franquista, enfatizando en la militancia antifranquista que permitió la entrada de talentos emergentes en la indústria.
El resto de cosas que sucedieron en el Auditori del Fòrum-CCIB de Barcelona las contó Anna Moliner, alabada por tener cierta gracia y demostrar su soltura encima de un escenario. Encargada de presentar la gala -que en esta ocasión dirigió el dramaturgo Jordi Prat i Coll- la actriz entraba y salía cada vez que ponían un video-montaje al más puro estilo APM? y realizó varios números musicales en compañía de otros artistas como Albert Pla, quien interpretó en directo La sequía, uno de sus temas más populares.
Una gala alargada por los gags facilones y los discursos eternos, sin mucha marcha pero con muchas reivindicaciones. Y, claro está, con más de 2.000 invitados que quisieron apoyar y disfrutar del cine por desgracia no tan comercial, pero igual o más significativo. Eso sí, después de tanto anuncio con Bad Gyal y Eduard Farelo, se echó de menos una aparición estelar de los protagonistas del spot Gaudir
Texto: Gemma Ribera
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