MÚSICA – BARCELONA – CRÓNICA
Al límite entre anular los eventos culturales o no, el Festival Cruïlla sigue en pie este verano bajo el nombre Cruïlla XXS. Defendiendo que #laculturaessegura, han programado unos 200 miniespectáculos repartidos por escenarios alternativos. Eso sí, al aire libre, con un aforo reducido a 800 personas y todas las medidas de seguridad pertinentes. Anoche, el cantante y compositor Nil Moliner actuó nada más y nada menos que en el Camp Nou. Una experiencia algo extraña pero que disfrutó como un niño pequeño. Poder reprender la gira ‘Despertar’ con su banda y un público totalmente entregado, se agradece sea cual sea el panorama.
El concierto comenzó a las 20:45, pero una hora antes se abrieron puertas para evitar aglomeraciones y controlar los accesos. Sólo con la mirada de la gente era fácil adivinar que debajo de las mascarillas se escondian amplias sonrisas. Con las entradas agotadas hace semanas, todos estaban esperando con ansias ese momento. El primero, Nil Moliner. Y es que tocar en casa, en pequeño formato y en un espacio como el Camp Nou… “Es una pasada”. ¡Obviamente!
El escenario se ha instalado en el gol sur del campo de cara a la grada. Los primeros acordes de Hijos de la Tierra marcaron el inicio de un show que se alargó hasta casi las dos horas. Mientras cantaban Sale el Sol, en realidad el astro rey fue desapareciendo por el horizonte y los focos se encendieron para iluminar un cielo oscuro.
A Nil Moliner y su voz les acompañan Ariadna Gispert a la trompeta, Eneko Urrestarazu al trombón, Litus Guilera a la guitarra, Andrea Amador al bajo, Ignasi Caballé a los teclados, Ferran Sámplêr a la percusión y Joan López a la batería. Una banda que se renueva con la incorporación de dos mujeres y que transmite un buen rollo tremendamente contagioso.
Sonaron prácticamente todos los temas de su álbum debut Bailando en la batalla. Cada canción con su previa explicación de la historia -alguna intro igual sobraba y todo-. Así pues, pudimos disfrutar en directo de Sin tu piel, Soldadito de hierro, Cien por Cien, Por última vez, Tus alas blancas, Déjame escapar, Mi religión, Se nos escapa e incluso La Bestia -su último sencillo- y Que nos sigan las luces -tema que compuso para el ex-triunfito Alfred García-.
En acústico interpretó por un lado Imaginaré, y por otro lado un tema inédito improvisado la noche anterior cuyo tituló no definió. Dadas las circunstancias actuales a causa de la pandemia, el cantante confesó que casi le mata la incertidumbre de no saber hasta el último momento si se iba a producir ese concierto o no. Con el insomnio y los nervios por bandera, al recibir la noticia de que sí que tocaría en el Cruïlla XXS, escribió un tema post-confinamiento a modo de agradecimiento y superación, el cual interpretó a solas al piano. El público aplaudió durante minutos. Mucha emoción.
Es que las letras de un cantautor puede sentirlas suyas cualquiera que las escuche, y al fin y al cabo la música cura, señores. Los presentes no pararon de cantar y de… ¿Bailar? No, claro. Eso solo podía hacerse de forma moderada porque no está permitido. De hecho, la organización tuvo que avisar constantemente por megafonía o a través del pinganillo de Nil para que todo el mundo llevase la mascarilla puesta correctamente y se levantara del asiento o aplaudiera sin moverse demasiado. Una lástima terminar el concierto al ritmo de Bailando sin apenas poder mover los pies.
Texto: Gemma Ribera
Fotos: Cruïlla XXS + Núria Farré > © COMOexplicARTE