CINE – INTERNACIONAL – CRÍTICA
La vida e historias de Karen Blixen han sido representadas numerosas veces en la gran pantalla, pero es cierto que en Karen, la directora María Pérez Sanz le da una vuelta de tuerca y se centra en una etapa muy concreta de la escritora danesa, en la cual la progresiva decadencia que sufrió durante sus últimos días en África y su relación con Farah son la nota dominante.
La película, que se estrena el 4 de junio, apuesta todo a la fotografía y a la estética junto a la banda sonora y actuación de sus dos protagonistas. El minimalismo es la técnica recurrente a lo largo de todo el metraje. Es cierto que no es un film para todos los públicos, ya que es probable que resulte un poco tediosa al no seguir la famosa estructura de inicio, nudo y desenlace. La trama en si es una experiencia visual y sonora.
Mediante planos cortos y detalle y unos diálogos escasos y concisos, consiguen crear esa ambientación de paz buscada por la directora. Destacar que gran parte del rodaje transcurrió en el parque de Monfragüe, Extremadura, el cual cumple a la perfección el objetivo de representar la zona keniata.
En los 70 minutos que dura el film, todo el peso recae en lo ya comentado y en Christina Rosenvinge y Aligto Rogers. Ambos realizan unas actuaciones notables que representan a la perfección el momento que atraviesan sus personajes. Un momento de declive tanto económico como emocional que se soluciona en gran parte gracias al vínculo entre ella y su criado. Les acompaña una amiga de la escritora, interpretada por Isabelle Stoffel.
Karen Blixen -pseudónimo de Isak Dinesen- fue una aristócrata danesa que prefirió una vida muy distinta a la que su lugar de nacimiento le otorgaba. Su vida ha sido elogiada y criticada en partes iguales. Sin embargo, en Karen todo eso queda en el olvido al llevarnos desde un paisaje abierto hasta un hogar cálido y cerrado. La trama es escasa y en pantalla solo vemos a tres personajes, pero en conjunto es una cinta que consigue alejarse de la polémica y adentrarse en una situación mucho más intimista.
¿Por qué verla?
La mujer que da nombre y protagoniza el film, se mudó a vivir a África, donde compró una granja y se convirtió en baronesa. La historia de ese matrimonio malentendido y del romance de la autora con Dennys Finch la contó Sydney Pollack en Memorias de África, pero este nuevo acercamiento a la figura de la escritora se adentra en la ficción experimental y nada tiene que ver con el resto. Lo cierto es que, ante la avalancha de grandes producciones para plataformas, es de agradecer que siga habiendo propuestas tan personales como Karen.
Valoración: ✮✮✮
Texto: Javier Cendrero
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Aquí el trailer: