MÚSICA – BARCELONA – CRÓNICA
Anoche Mónica Naranjo regresó al Festival Jardins de Pedralbes tras la anulación del evento el año pasado. Cantó en casa. Jugó en casa. Y lo hizo con toda la fuerza y la sensualidad posibles para cautivar a su público: Personas de todas las edades y géneros que se identifican con su forma de ver el mundo y que conocen cada una de las canciones de la Pantera de Figueres como si fuese la banda sonora de sus vidas.
Durante algo más de una hora y media, la artista ofreció un concierto diferente. Estamos acostumbrados a que nos sorprenda, y en este caso presentó Puro Minage, una gira preparada en formato íntimo en la que está acompañada únicamente por el pianista Pepe Herrero.
Se llama así porque recupera los trece temas del álbum Minage (2000), una apuesta arriesgada con la que la artista rendía tributo a la cantante italiana Mina. En su momento, cabe recordar que la discográfica Sony solicitó la inclusión de dos temas inéditos (‘Enamorada‘ e ‘If you leave me now‘) del estilo de su anterior disco para sacar este proyecto adelante.
Ahora, una vez publicada esta nueva reedición con el mismo nombre que la gira, Naranjo ha decidido extraer esas dos canciones que no formaban parte del concepto original y añadir las adaptaciones de otros dos temas de Mina. En concreto, el álbum contiene la versión del tema ‘Llévate ahora’ de 2007 y una nueva versión de ‘Amore‘, un tema mítico de Ricardo Cocciante a dúo con Mina.
Ambos temas los interpretó en directo en los jardines el palacio, aunque el segundo lo grabó con la colaboración de Nek y en el concierto cantó solo la parte que le pertenece a ella. El show comenzó con una intro instrumental que dio paso a Llévate ahora (Portati via) y terminó con la esperada y aclamada Sobreviviré (Fiume azzurro), la cual por cierto sonó fantástica al piano y coreada por los asistentes.
Entre medias, sonaron Ahora, Ahora (Ancora, Ancora), Qué Imposible (L’importante e’ finire), Perra enamorada (Io e te da soli), Siempre fuiste mío (Eccomi) y Amando locamente (Ancora dolcemente), a los que siguieron Mi vida por un hombre (Iò vivrò senza te), Inmensidad (L’immensitá) y un bis con aires cómicos al cantar E penso a te justo antes de “la que todos estáis esperando”, es decir, la ya mencionada Sobreviviré. “No hay que sobrevivir, hay que vivir. Sed felices”, señalaba. Procuró interactuar con el público sin bajar del escenario y los aplausos, pisadas en el suelo de madera del Auditorio, gritos de euforia y halagos fueron más que notables como signo de aprobación.
Los cambios de vestuario (hasta cuatro extremados y brillantes trajes lució la cantante) tuvieron lugar durante los interludios videográficos, donde salen testimonios de fans explicando que significó Minage para ellos/as. También aprovechó para dedicar el recital a la recién fallecida Raffaela Carrà, compañera de profesión y amiga muy admirada por Naranjo.
Un concierto diferente. Una noche elegante, íntima y sensual a partes iguales, donde la artista catalana disfrutó y nos hizo disfrutar.
Texto: Gemma Ribera
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